[Entrenamiento] ¡Es hora de conocer el mundo! {Priv. Alisha}

Después de haber hecho aquella misión, Sorey junto con Alisha habían decidido hacer unos viajes juntos. En donde, el autodenominado “pastor” había decidido que quizás sea bueno entrenar para poder pulir un poco sus habilidades, dado a que se encontraba bastante “manco” por así decirlo menos con todo lo que estaba relacionado a sus poderes. Aquella transformación que él podía hacer, quizás no era la mejor de las mejores, Pero, al menos, tenía intenciones de que aquello fuese un poco más grande. Por otro lado, creía que los nombres que tenía para las técnicas no eran las mejores. ¡Era todo nuevo para él! Pero ahora, él no estaba sólo, sino que estaba en la compañía de la linda de Alisha.

El día estaba bastante bonito, era mañana aún. Mientras que, por otro lado, esperaba que siguiese así, dado a que a Sorey no le gustaban los días que estaban nublados y que tampoco eran vitales. ¡Amaba los días soleados! Dado a que según el pensamiento del pastor, aquellos días eran los mejores para poder moverse. Dado a que la tierra misma te daba arenga para que puedas seguir adelante.

Pero centrándonos en lo importante, Sorey observaba a su acompañante. — ¿Estás cansada, Alisha? —pensó que quizás aquello era un problema. ¡Después de todo, llevaban pocos días viajando juntos! Pero tras la misión, confiaba en que había una química para ser unos buenos amigos con la maga.

—Si estás muy cansada, no tengo problema en que descansemos un poco aquí. Pero, por otro lado, me gustaría mostrarte unas cosas… —dijo animado, en su rostro se reflejaba claramente el ánimo que este poseía. Sorey era muy inocente en algunas cosas, pero en otras, se notaba claramente sus intenciones puras que tenía. ¡De seguro la gente podía hasta navegar en la mirada del mismo! Era algo bueno, aunque bueno, por otro lado, el mismo estaba mostrándose animado ante la situación de poder compartir un poco más con Alisha. Así, podrían conocerse un poco mejor. Dado a que él, no era capaz de llamarla amiga por el momento, pero, al menos eran unos buenos compañeros de viaje.

Así que, para esperar una respuesta de ella. Sorey se adelantaría un poco, mientras que apoyaba sus manos en sus caderas, y mostraba un rostro animadísimo. — ¿Y qué me dices? —esperó que Alisha diese una afirmación. ¡Si tenía a alguien que lo viese, de seguro lo haría mejor! Dado a que para el pastor, le gustaba estar acompañado y que alguien más, le dijese que lo que estaba haciendo él, estaba bien. ¡De seguro Alisha era una gran opino loga! Que lo ayudaría bastante.