Ficha de Artemisia

Nombre: Artemisia Ooshiro
Apodo: Temis, Misia, Arte.
Edad: 23 años.
Raza: Humana.
Profesión: Maga.
Gremio/facción: Blue Pegasus
Sello: En su bíceps derecho, de color rosado claro.
Sexo: Femenino.
Orientación sexual: Heterosexual.


Altura: 1,70m
Peso: 60kg
Contextura física: Delgada
Color de piel:Caucásica
Color de pelo: Rosa claro
Color de ojos: Amaranto claro
Imagen del Personaje:
Extras:
Siempre viste diferente y a la moda, le gusta la ropa cómoda y que le permita moverse. Cuando utiliza faldas suele llevar un pantalón corto debajo.


Se puede pensar que es una muchacha solitaria porque por lo general se sienta en lugares apartados y se pone a con los dos pequeños animalitos que la acompañan, pero la realidad es que ella es algo tímida. Por esta razón le cuesta ser quien comienza una conversación, por lo general duda mucho en decir algo y se nota que se pone nerviosa al dar el primer paso. Tal vez si ella empieza la charla se le note torpe y trabada con las palabras si no se siente cómoda, pero es diferente si la inicia la otra persona. Sin la timidez, Artemisia se muestra relajada, tranquila y con sentido del humor frente a los demás. Es amable, muy educada al hablar y por lo general no tiene problemas en ayudar a los demás.
No es alguien que vaya contra una persona para pelear ni empezar una discusión, aunque sí puede mostrarse menos agradable de lo usual si le hablan de mala manera o le dicen algo desagradable. Sino, por lo general resulta ser alguien neutral que puede pasar desapercibida por su actitud –aunque tal vez no por su físico para algunos- y es raro encontrarla en medio de un desastre o problema. No la han regañado más que por quedarse dormida en donde no debe o ser un poco torpe. Aún así, es muy aplicada cuando tiene una tarea y su buena memoria la ayuda.
Según ella tiene temores muy tontos que intenta ocultar. No le gusta mostrar debilidad frente a los desconocidos o aquellos a quienes apenas conoce, por lo que a pesar de que su cuerpo tiemble o esté rígida por el miedo, se fuerza de seguir hablando como cualquier persona normal. Si, en cambio, se encuentra con alguien de gran confianza, entonces sin duda alguna se permitirá mostrarse aterrada y buscará refugio en la otra persona.
Es difícil que se enoje mientras no la molesten ni molesten a alguien que aprecia, pero lo que sí es fácil es herirla. Las palabras duelen más que los golpes y ella lo sabe bien. Si alguien dice algo sin intención que le afecta intenta pasar de eso a pesar de que le moleste, pero si lo hacen para atacarla se defenderá con palabras y es capaz de poner todos los puntos en claro con un tono tranquilo y normal. No necesita alzar la voz para hacerse entender.
Muchos de los temores que posee son por culpa de las cartas que utiliza con su magia, malos momentos o situaciones de peligro la han marcado pero aquellas no son cosas que se puedan clasificar como trauma. Pero lo que sí la ha marcado de por vida es una combinación que nunca debería haber intentado: El Emperador, la Luna y el Loco, el Caballero Oscuro.
Desde ese día intenta mantener esas tres cartas por separadas porque juntas son muy peligrosas y le ha quedado un gran temor luego de lo ocurrido. Desde esa vez es demasiado precavida antes de armar una combinación y se pone demasiado nerviosa cuando tiene que aprender algo nuevo, tanto que muchas veces pierde la concentración o se detiene antes de hacer algo. Por eso, por lo general, solo usa una o dos cartas por vez.
Sabe que algún día tendrá que aprender a controlar al caballero y ese pensamiento le anuda el estómago. No quiere ver de nuevo esa figura que forma parte de sus pesadillas.

¿Qué le gusta?
Җ Pasear por cualquier parte.
Җ Las noches despejadas.
Җ El frío.
Җ La música.
Җ Los sabores dulces y los cítricos.
Җ Tocar el piano, sabe apenas unas pocas canciones.

¿Qué le disgusta?
Җ El aroma de los perfumes fuertes o el tabaco, le da nauseas.
Җ La caza de animales.
Җ La carne.
Җ Las mentiras.
Җ Las cosas amargas.


Séptimo arcano
El séptimo arcano es la carta del tarot que simboliza al Carro o la Carroza y puede interpretarse de varias maneras: bipolaridad, dudas, caminos bifurcados, separaciones y elecciones. Generalmente ese carro es tirado por dos caballos de diferente color (uno blanco y uno negro, o rojo y azul) pero en el caso de Artemisia esos caballos son representados por dos lobos de colores opuestos que poseen el tamaño de sus manos.
Shu; el lobo blanco con manchas rojas, y Kon; la loba negro con manchas en color cian, se complementan el uno con el otro y representan perfectamente a su dueña, con quien están prácticamente todo el día. Es normal que ellos la acompañen a todas partes.
Los dos pequeños son alegres, juguetones y pacientes con la muchacha. Aún así, entre los lobos gemelos existes ciertas diferencias que van más allá de sus colores y que tocan su temperamento. Mientras que Kon es sociable y alegre, Shu resulta ser mucho más reservado y desconfiado con los extraños, es más difícil ganarse la confianza del lobo que de la cachorra.
Ellos miden unos 20cm de largo, con apenas unos 15cm de alto, y pesan alrededor de 500gr cada uno.


Guanteles reforzados: Arma cuerpo a cuerpo. Guantes de cuero con nudillos de metal. Peso: 300gr cada uno.


Tipo de Magia: Magia de cartas.
Especialización: Cartas de tarot.


El Carro y El Sol  (VII & XVIIII)
Descripción: Combinando estas dos cartas, sólo el pequeño Shu crece hasta alcanzar la altura de su dueña. Se convierte en un lobo de 1,70m de alto y 2,5m de largo que pesa alrededor de 180kg que sirve tanto para hacerle de transporte a su dueña como para pelear en una batalla. Las habilidades de este gran animal son físicas, con golpes y mordidas.
Cuando su tiempo se acaba, vuelve a su forma pequeña.
Puntos débiles:
-Elementos fuego y rayo así como cualquier magia relacionada a esta.
-Puede alejarse sólo 12m de la posición de su maga.
-Al acabarse su transformación pierde su forma de lobo y vuelve a ser pequeño, por lo que queda vulnerable.
Duración: 3 post.
Recarga: 3 post.
Veces por tema: 2.


La fuerza (XI)
Descripción: Imbuye las manos de la maga con un aura blanca que le proporciona un aumento del 10% a su fuerza, lo cual le permite realizar golpes más fuertes o levantar cosas más pesadas de lo normal.
Puntos débiles:
-No aumenta la resistencia de su cuerpo en ningún aspecto.
-El resplandor del aura no tiene efectos secundarios.
Duración: 2 post.
Recarga: 3 post.
Veces por tema: 3.


Җ Elementos como el fuego, la electricidad, el agua. Toda magia elemental, de creación, magia perdida de slayers y demás relacionada a estos elementos le supone una desventaja.
Җ Si sus cartas se mojan o se rompen se vuelven inutilizables.
Җ Si no tiene las cartas en su mano no puede hacer magia.
Җ Si bien ha entrenado para pelear cuerpo a cuerpo, no es muy resistente a recibir una paliza por lo que se cuida bastante.

Temores:
Җ Le tiene fobia a las tormentas, se esconde cuando una está cerca y el sonido de los truenos la paraliza.
Җ  La oscuridad le da sensación de asfixia.


De pequeña vivió en un pueblo aislado y alejado de las grandes ciudades junto a su familia. Su madre y su padre eran grandes magos y tanto ella como su hermano habían heredado esa facilidad con la magia que los obligó de grandes a tomar clases para no perder el control de sus habilidades. Aún así, ella fue una muchacha feliz, alguien que se veía animada e hiperactiva, reconocida por sus enormes sonrisas y por lo fácil que le era hacer amigos en el pueblo. Los problemas y Artemisia nunca estaban relacionados, aunque a su hermano mayor parecían perseguirlo.
A medida que crecía, demostró tener una personalidad responsable y determinada que la ayudó a avanzar en sus estudios tanto elementales como de magia. Con sólo doce años alcanzó a su hermano de quince haciendo uso de la magia de cartas, la misma que su madre, pero usando un mazo de tarot que alguna vez había pertenecido a su abuela. Tardó algunos meses de estudio y comprensión hasta entender que cada carta tenía una esencia que podía ser usada en batalla; algo que un mago hold podía usar a su favor.
Con el conocimiento obtenido y junto a su hermano que la ayudaba a entender las palabras más complicadas de cada explicación, se decidió a dar el primer paso y comenzó a hacer lecturas de fortuna con las cartas para poder entender cada una de ellas. A veces las cartas le decían cosas que no quería saber, otras veces le revelaban secretos y detalles que no se relacionaban con ella y otras tantas se quedaban como mudas esperando a que ella hiciera algo más. Tuvieron que pasar dos años para que al fin lograra entender qué debía hacer con las cartas exactamente, cómo debía proseguir y que querían esas cartas de otro dueño de ella. Lo que deseaban era volver a ser usadas para algo más que predecir fortunas.
En una tarde soleada, sola en el patio y rodeada de sus libros de magia logró invocar a quienes se convertirían en sus compañeros a partir de ese instante. De la carta del carro salieron dos pequeños animales que no eran los caballos representados sino dos cachorros de lobo que se lanzaron a ella con alegría al poder estar de nuevo en ese plano. Temis los llamó Kon y Shu, por sus colores, y desde ese mismo día fueron inseparables.
Fue gracias a sus dos compañeros que comenzó a entender el resto de la baraja y cómo podía hacer que Shu cambiara de tamaño. Al ser joven y no tener mucho entrenamiento, no aguantaba demasiado pero aún así no podía estar más fascinada con su magia. A medida que los años fueron pasando y que su magia se incrementó comenzó a sentir la energía de cada una de sus cartas, descifró que cada una tenía una forma distinta, una actitud diferente y que no todas serían tan fáciles de utilizar o combinar.
Por precaución intentaba siempre consultar las combinaciones con sus padres o su hermano y los lobos, quienes si no creían correcta una idea le mordisqueaban los dedos. No sabía cómo o cuándo habían comenzado a entenderse, pero lo hacían y eso le agradaba. Fue por eso que esa vez cometió un error, porque sus compañeros no estaban cerca, porque fue mal influenciada por una de sus propias cartas y pagó caro su error.
Todo empezó por curiosidad y terminó en un gran accidente. Era un horrible día de tormentas, de lluvias torrenciales y truenos que parecían rugidos de leones, uno de esos días donde Artemisia estudiaba escondida en su cama por su miedo a la tormenta. Shu y Kon se habían ido con su madre al centro del pueblo antes de que la tormenta llegaran y habían quedado atrapados por la lluvia por lo que estaban retrasados. Su padre y su hermano, en cambio, estaban escaleras arriba estudiando un artefacto mágico que habían encontrado en unas ruinas cercanas y cada cierto tiempo bajaban a ver cómo estaba llevando su miedo a las tormentas. Artemisia intentaba ser fuerte, casi tenía veinte años, no podía dejar que el clima la amedrentara.
Mientras repasaba los libros y las leyendas de las cartas de tarot, sintió la llamada de uno de sus arcanos como picándola desde atrás. Era una sensación molesta que la hacía removerse inquieta en la cama y que terminó por obligarla a salir a buscar la baraja que había dejado en su escritorio. Cuando tocó las cartas, una de ella se deslizó hasta el suelo. No era otra que el arcano número 15, el diablo. Con un suspiro de molestia, porque siempre había sentido incomodidad por esa carta, la tomó para guardarla y ese fue su peor error.
Su miedo a la tormenta se intensificó de golpe como si los rayos la golpearan directamente. Su magia se desestabilizó mientras el diablo tomaba el control y la baraja voló por los aires. Sólo tres cartas más cayeron al suelo a su alrededor: la carta sin número, la luna y el emperador. En ese momento aprendió una regla muy simple: nunca se debe combinar la oscuridad, la fuerza y la locura o todo saldrá mal.
Antes de darse a figura de una armadura oscura, rodeada de un aura negra, apareció frente a ella. Su energía comenzó a ser drenada a gran velocidad y un mareo sobrevino; evitando cualquier acción posible. Comenzó a perder fuerzas mientras la criatura las ganaba, su control sobre ese ser era nulo, no podía decirle que parara, no tenía fuerzas para replicar y eso fue aprovechado por la criatura. Aquel caballero se volvió loco porque su invocadora no podía controlarlo, porque de pronto era libre y comenzó a destruir todo lo que encontraba a su paso en la habitación. Cuando ya nada quedó se volteó hacia ella con una espada en mano.
Lo siguiente que recuerda es levantarse con un dolor terrible en todo su cuerpo, estaba vendada en muchos lugares y su madre sentada a su lado atendiendo sus heridas. Su memoria era borrosa, no estaba segura de lo que había pasado y la explicación que le dieron fue peor: la criatura había intentado matarla para quedarse con su libertad pero antes de que pudiera hacerlo, su padre y su hermano aparecieron para detenerlo. Al escuchar aquello y no verlos allí el estómago de la muchacha se anudó de los nervios y preguntó por ellos con las lágrimas a punto de salirse. La noticia fue devastadora: su hermano había muerto en el enfrentamiento contra la criatura, que sin piedad lo atacó directo al corazón, y su padre había quedado ciego tras un ataque. Sin embargo, en el último momento, su padre había logrado hacer un sello rúnico, que fijó a ella, para detener a la criatura que desapareció en sólo un instante. En toda su espalda llevaría siempre el conjuro que había sellado al caballero oscuro, las runas escritas con sangre que se habían pegado a ella para protegerla.
Las noticias, las heridas, el dolor por la pérdida y el haberle fallado a quien más quería  hicieron que su recuperación fuese más lenta. Sus ánimos no eran buenos y eso afectaba a su cuerpo, tardó semanas en recuperar la magia perdida y unas cuantas más en poder convocar a sus dos lobitos que, a pesar de los mordiscos de regaño que le dieron, pronto se acurrucaron contra ella mientras ella lloraba por lo ocurrido. El resto, es historia.
Pasaron años desde aquel incidente y Artemisia nunca pudo volver a ver a sus padres a los ojos de nuevo. Su personalidad se apagó, sus sonrisas se volvieron muy suaves y la culpa de seguir viva, la vergüenza de haberles sacado a alguien que amaban y haber destrozado la vista de su progenitor la llenaron de pena. Llegó un punto en que no pudo soportar seguir allí, que no pudo soportar los susurros que escuchaba en el pueblo hablando sobre ella y fue por eso que decidió partir.
El suceso con su combinación nunca ha dejado su mente, siempre recuerda eso como el más grande error de su vida, algo que la ha dejado con un gran miedo pero que, al mismo tiempo, le dio la determinación de seguir adelante y aumentar su fuerza para controlar la situación si alguna vez volvía a equivocarse de esa manera. Es consciente de que el sello que su padre le hizo la protege de volver a hacerlo, pero todo conjuro tiene su límite y está en sus manos la obligación de hacer algo al respecto.
Decidió partir medio año después del incidente. Su primera meta fue recorrer el país para aprender más sobre la magia, estuvo casi dos años viajando por diferentes ciudades, leyendo sobre las cartas de tarot, sobre los peligros de una magia descontrolada e investigando qué podría hacer ello. Al final, decidió que la única forma de poder controlar sus magia era entrenándola y usándola para un bien mayor por lo que decidió entrar a un gremio.  
Llegó a Blue Pegasus hace medio año atrás fue casi un golpe de suerte y desde que ingresó ha aprendido muchas cosas nuevas, muchas de ellas relacionadas con la belleza y un mundo de la moda que no conocía, pero cree que cada cosa nueva aprendida es una forma más de crecer. La alegría de sus compañeros le ha sacado un poco la tristeza, pero Artemisia nunca volverá a ser la de antes.
Ahora mismo, prefiere avanzar lentamente a equivocarse y cometer otro enorme error.



Җ Puede ver fantasmas.
Җ Adora leer toda clase de libros, es una de sus adicciones.
Җ  Correr o hacer cualquier tipo de actividad física liviana.
Җ Es vegetariana.
Җ Es ambidiestra pero prefiere escribir con la mano izquierda.
Җ Suele aparentar menos edad de que la realmente posee.
Җ Sabe pelear cuerpo a cuerpo.