Ficha de Saya

Nombre: Saya
Apodo: No tiene
Edad: 21 años
Raza: Etheria
Profesión: Mago independiente de Fiore
Gremio/Facción: No posee
Sello: Tiene una quemadura en la espalda baja dónde antes se hallaba el sello de Tártaros.
Sexo: Femenino
Orientación sexual: Bisexual

Altura: 1,57 mts
Peso: 47 kg
Contextura física: Delgada
Color de piel: Blanca
Color de pelo: Verde oscuro
Color de ojos: Verde oscuro
Imagen del Personaje:

Spoiler:

Nombre del personaje: Saya
Procedencia: Magi: Saya no Uta

Hay que dividir en dos, porque sus formas no comparten personalidad del todo:

• Forma Humanoide:
  Describir a Saya es bastante sencillo, es muy confiada en otros y ella misma, resuelta, y muchos podrían confundirla con extrovertida. Le gusta mucho hablar y conocer a otras personas, sus padres jamás le dieron lugar a sentir que algo en el mundo estaba mal. Aunque entiende los peligros básicos y conoce de moral, los límites que marcan la diferencia siempre le llamaron la atención. Juega con ellos, disfruta de presionar, pero jamás lo llega a cruzar.
  
  Tiene mucho coraje, es difícil hallar algo que le dé asco, su teoría es que todo puede limpiarse y que ya tenemos una piel que nos separa de la suciedad que sea. Tampoco le importan las alturas, las heridas o golpes; todo sana. Sí es muy impaciente y, en ocasiones, demasiado lanzada en decir lo que piensa.
  
  A pesar de que esas características la hagan parecer una persona muy abierta, es una cáscara que utiliza para protegerse. Tiene muy presente la sensación de sentirse una cáscara vacía: Sin raíces, sin historia, sin pasado y sin memoria. Empezar una nueva vida con 10 años de edad es difícil de digerir, puedes manejarlo, pero no ignorar el hecho de que te faltan diez años. Cree que es por ello que hay muchos sentimientos que no puede procesar de manera normal y con ello ha ejercitado cómo imitarlos para encajar.
  
  Aún con ello cree en la justicia y no duda en hacer lo que cree correcto por mano propia. Al ser su cuerpo tan ligero es buena corriendo largas distancias y trepando, se las ha ingeniado para robar y así subsistir. Su búsqueda constante no le permitió un trabajo estable, pero sí muchos pasajeros con los que ha adquirido buenas habilidades de equilibrio y servicio. Le gusta bromear y ser simpática, le agradan las personas en sí, de algún modo los siente como una raza diferente a la propia y la llenan de una curiosidad que desconoce.
  
• Forma Demoníaca:
  La parte más sufrida de Saya. En esta forma tiene recuerdos de su abandono y su tiempo en Tártaros. De los infinitos experimentos, que terminaban siendo una tortura, por intentar completarla y hacerla funcional. Tiene un amor odio importante hacia la raza humana, el cariño de su parte humanoide está mezclado con su instinto de caza que busca comerlos. De hecho, le mantener su cuerpo a base de la alimentación que mantiene con la comida humana y aprovecha los pocos momentos en los que tiene control para alimentarse como su cuerpo le pide.
  
  Así fue, realmente, como los padres de Saya desaparecieron. En un momento de completa hambruna tal que no pudo mantener la cordura para mantenerlos con vida.
  
  Esta forma se siente muy maternal con respecto de su otro yo.. Sabiendo de su forma demoníaca y con las imperfecciones que tiene desde su creación la idea de mantener lo humana que se siente Saya es algo que tiene como prioridad. No hay que confundir ni olvidar que a pesar de todo esto, como demonio, posee poco amor por el mundo y otras formas de vida, así como un gusto especial por el sadismo, la carne y la sangre.
  
  Tiene dos objetivos en mente: Primeramente hallar la forma de completarse o ser un demonio aceptable para unirse a Tártaros o destruir ese gremio.
  

Estilo de Magia: Maldiciones
Especialización: No posee


DODShHkh
[Pronunciación: doh-dah-esh-hay-khay]
Descripción: Crea pequeños dobles de su parte demoniaca que obedecen órdenes. Si no reciben directivas se dedican a trepar al objetivo para morder o treparlos para llenar las cavidades posibles con tentáculos. Los dobles miden un metro de altura proporcionados.
Puntos débiles: Puede crear de uno a tres por vez y pueden moverse en un rango de 7 metros de diámetro. Son débiles a la magia de Fuego (por no poseer una piel que los proteja), Crash y Territory (necesitan un terreno firme al cual aferrarse). Hay casos en los que invoca menos o ningún doble y aún así consume un uso; también hay casos donde los dobles no hacen caso directo o se vuelven a ella.
Duración: 3 post.
Recarga: 3 post.
Veces por tema: 2 veces.

ABILA
[Pronunciación: ah-bee-lah]
Descripción: Extiende un tentáculo nacido de las palmas de su mano (o de su cuerpo si está en forma demoníaca) se adhiere a la piel del contrario y performa con una púa la piel para fijarse y succionar, tal cual una jeringa, la energía mágica del enemigo.
> Añade al usuario contrario un post de recarga para alargar un post de duración a otro ataque mágico propio. Puede suceder en ocasiones que sólo drene energía del contrario pero no la recargue así misma.
Puntos débiles: Maneja un rango de 3 metros en diámetro. El tentáculo es débil a la magia de Fuego (por no poseer una piel que los proteja) y Crash.
Duración: 1 post.
Recarga: 3 post.
Veces por tema: 3 veces.

• Es muy débil a la magia de Luz, consume su propia energía y la debilita. Dependerá la fuerza de esa mágia o la cantidad de tiempo expuesta las consecuencias a su cuerpo, en el peor de los casos su cuerpo puede reaccionar como el de un diabético sin insulina: Parar todas sus funciones vitales.
  
• Otras magias que la afectan en ambas formas son la de ilusión y la crash, el fuego se suma en su forma demoníaca por no tener piel que recubra la carne.
  
• En su forma humanoide cualquier demostración de afecto le hace bajar la guardia, mientras que en su forma demoníaca sólo colabora en inestabilizarla bloqueando su lógica y violentándola.
  
• Sufre nictofobia y claustrofobia.
  

Saya es una etherias con fallas. No supieron precisar cuál fue el error al momento de su creación, pero fue descartada del gremio al quedar con una forma poco convencional y con errores graves al momento de aplicar técnicas o tener control. Se la dio oficialmente por muerta, dejando su cuerpo inerte tirado en un basurero local y nunca más la nombraron frente a nadie. Lo errores estaban para ocultarse y las imperfecciones no debían opacar las otras creaciones, ni siquiera su padre y creador quiso saber sobre ella al ver su horrenda forma.

Fue encontrada entre los deshechos por uno de los trabajadores que, al verla con la forma de una niña y corroborar que aún respiraba, la sacó del trayecto de la trituradora y la llevó a casa para hacerse cargo de ella. Junto con su esposa, le trataron las heridas, la alimentaron y la cuidaron mientras llenaban el pueblo de volantes con su rostro junto al lema “niña perdida”. Con el tiempo que pasó y sin nadie reclamando por ella, acabaron adoptándola como parte de la familia ya que no podían permitirse abandonarla; el buen corazón de ellos no les dejaría hacer algo tan cruel.

La pareja de adultos rondaba los cincuenta años para cuando ella llegó a sus vidas y, siendo que no tenían hijos propios, aprovecharon para criarla como si fuera de su misma sangre, cubriendo todas sus necesidades básicas y llenándola de cariño además de educación. No tiene mucho por resaltar: se crío como una humana común y corriente por lo que ignora por completo su naturaleza y raza verdaderas. A pesar de que jamás se le ocultó que fue rescatada y adoptada, y de que tiene real curiosidad de su procedencia, Saya nunca se esforzó en buscar sus raíces pues se sentía cómoda con ellos y con el cariño que le brindaban. Creía que no necesitaba más que aquella pequeña familia para ser feliz.

Todo esto fue alegría hasta dos años atrás. Una noche despertó en el comedor de su hogar, sin saber cómo había llegado a dormir allí en el suelo, completamente sola. Revolvió la casa, los alrededores y preguntó en el pueblo al no encontrar nadie en su hogar, pero ni una persona había visto a sus padres. Ella estaba completamente segura de que no la dejarían ni se irían sin avisar, así que decidió buscar pistas sobre su procedencia con el fin de dar con ellos.

Comenzó su recorrido por la capital de Fiore, Crocus, en base a instintos y creyendo que como allí vivía mucha gente podría encontrar a alguien que supiera algo respecto a sus padres. Lejos de conseguir pistas, en vez de vagar de pueblo en pueblo decidió dejarse llevar por su instinto mientras prosigue la búsqueda. Siguiendo el rastro de sus corazonadas, Saya no descansará hasta no tener el cariño cotidiano de sus padres de nuevo sin importar hasta dónde deba llegar para devolverlos a su lado.

• Todo derivado de la palabra “Abominación” o un pico de estrés en Saya activa su parte demoníaca.
  
• Desconoce su raza, por lo tanto ignora sus poderes
  
• Su parte demoníaca es consciente de todo
  
• Debido a sus imperfecciones hay muchos momentos en los que sus ataques son defectuosos