Ficha de Luka

Nombre: Lukardia Von Kless

Apodo: Luka.

Edad: 24 años.

Raza: Humano mago.

Profesión: Mago / ladrón.

Gremio/facción: independiente (Fiore)

Sello: No tiene

Sexo: Masculino.

Orientación sexual: Heterosexual


Descripción Física

Altura: 1,80 m

Peso: 66 kg

Contextura física: Delgado, se le nota algo de músculo más que nada en los brazos

Color de piel: Carne claro.

Color de pelo: Negro violáceo

Color de ojos: Gris oscuro


Imagen del Personaje:

Spoiler:

Extras: Es zurdo.


Descripción Psicológica

Hay sólo unas pocas palabras para definir a Luka: despreocupado y temerario. Es una persona que vive en el presente y un líder nato. Encuentra en la emoción y las batallas una manera de sentirse vivo y le agradan al extremo las situaciones de riesgo, disfrutando del momento.
Aun siendo un vil ladrón por dentro es un buenazas, su código de caballero no le permite hacer daño a quien no haya querido herirlo primero y nunca quitará las cosas que el otro verdaderamente necesita. En pocas palabras, roba por diversión y por la adrenalina que ello conlleva. Se siente bien mofándose de la gente, creyéndose superior y generando el odio en los demás. Es una manera sádica de intentar olvidar su pasado.
Un poco descarado y adicto a romper las leyes, posee una justicia muy personal y castiga a aquellos que obran mal, siendo algo muy irónico viniendo de un ladrón. No le molesta asesinar y cuando se pone serio puede llegar a sorprender con la frialdad de sus acciones, causada por los elementos en su pasado y su entrenamiento como soldado.
Es excelente con el manejo de su arma, habiendo entrenado como soldado posee un esgrima muy sólido, pero en su rebeldía contra el sistema lo modificó un poco, haciéndolo libre al agregarle puños y patadas de manera traicionera en sus entrenamientos con el grupo Celes
No confía en las personas de entrada, gracias a su ego se cree que es mejor que muchas otras y no tendrá filtros en demostrarlo con su lengua mordaz, se tomará bastante tiempo en ganarse el respeto de este rebelde y ponerlo en su lugar, es como si fuera un zorro astuto al que no le agrada que le digan qué hacer sin una razón.
Destaca en la de mentira y actuación, en ponerle motes a todos los que conoce solo por entretenimiento y en su excelente capacidad de caza y cocina, cosa que sorprendería a más de uno.


Arma

- Katana: Arma de rango medio. Filo de 70 cm. Peso: 3kg.


Magia

Estilo de Magia: Arca del tiempo
Especialización: -


Técnicas

Técnica uno
Descripción: Usando el poder que posee por nacimiento, Luka puede tocar la piel propia o de otros para volver atrás el tiempo de dicho órgano y cerrar o sanar heridas de menor grado, como pueden ser pequeñas quemaduras, cortes poco profundos o moratones.

Puntos débiles: Debe ser capaz de tocar la herida. Tarde un post en curarse por completo.
Duración: 1 post. Puede curar hasta 3 heridas menores.
Recarga: 2 post
Veces por tema: 2

Técnica dos
Descripción: Un doble estoque. Usando su ataque con la katana, Luka es capaz de volver el tiempo atrás del primer estoque con toda velocidad y re-hacerlo generando un doble estoque que el ojo confundido de la víctima apenas puede asimilar como tal. El corte (o los dos cortes) generados serán sangrantes, pero de poca profundidad.

Puntos débiles: El segundo estoque tendrá la misma fuerza, velocidad y dirección que el primero, siendo solamente replicado.
Duración: Instantáneo
Recarga: 2 post
Veces por tema: 2


Debilidades

Mágica: Debido a su espada, la más clara es el rayo. Por otro lado la magia de tierra también le resulta un impedimento, pues necesita tener un buen balance para sus ataques de espada y, claro, la misma no puede atravesar una pared sólida de rocas.

Psicológica: Luka le tiene fobia a las aguas profundas, haciendo que sea sumamente cuidadoso contra los ataques o terrenos de ese elemento.

Física: Al ser zurdo no es muy bueno atacando por el lado diestro, o contrarrestando ataques físicos de personas diestras, lo que hace que muchos contrincantes puedan tomarlo por sorpresa desde ese flanco.


Historia

La familia Von Kless ha sido agraciada por generaciones como una casa noble de Crocus del cual todos sus hombres entrenaban para convertirse en caballeros reales al servicio del rey, así como muchas otras familias. Su escudo se trataba de un rombo sostenido por leones con un cristal romboidal también rojo en el centro y el renombre era claro no sólo en la clase alta de la Capital, sino también dentro de las tropas.
Desde pequeño el destino de Lukardia fue escrito. A la edad de ocho años se descubrió que poseía un poder ancestral proveniente de la familia, una magia muy rara llamada “arca de tiempo” capaz de controlar los acontecimientos y reescribir el presente. Fue gracias a esta magia que dicha casa consiguió el puesto y la fama que se tenía y ahora, nuevamente, podían tener la delantera entre las otras casas nobles, ostentando su poder como un trofeo. El pequeño Lukardia estaba encantado con todo aquel trato, se sentía especial y fue por eso que le puso mucho empeño en volverse caballero y seguir las tradiciones familiares

A los doce años, muy joven incluso para cualquiera, el muchacho fue asignado en la infantería de menor grado para ganar experiencia y comenzó su entrenamiento militar. Los mayores lo miraban con ojos amargos por su habilidad y todos hablaban de la noble descendencia de los Von Kless, pero aun así conoció mucha gente. Un año más tarde incluso arreglaron su matrimonio, una mujer que conocería y se casaría al llegar a la mayoría de edad. Obediente con las costumbres de su familia, Lukardia aceptó el trato.

Su mundo perfecto comenzó a transgiversarse en la primavera de su año número quince, una sirvienta logró envenenarlo y estuvo al borde de la muerte durante una semana completa. Al verse recuperado le dijeron que la mujer moriría frente a él por su traición. Había confesado que le habían ofrecido dinero y apoyo a su familia necesitada si se asesinaba al “chico del poder temporal” y así lo había llevado a cabo. Por sus actos, Lukardia presenció su degüelle a tan joven edad.

Un año más tarde hubo un segundo intento. Dos asesinos se infiltraron en los dormitorios de la guardia e intentaron matarlo mientras dormía. Uno de ellos clavó una daga en su estómago, pero nuevamente, y gracias a sus compañeros de dormitorio, sorteó a la muerte. Esta segunda vez sin embargo tenía ya consciencia de lo que ocurría y más que nunca perfeccionó su técnica de espada, incluso entrenando de noche para combinarla con ese poder que dejaba de ser una bendición para convertirse en todo lo contrario.

Menores contratiempos surgieron gracias a eso. Consciente de que era el blanco de una batalla silenciosa entre casas nobles Lukardia se mantuvo alerta, hizo pocos amigos y mantuvo cerca a sus enemigos, su ámbito caballeresco no implicaba mujeres, con quienes se encontraba nervioso al recordar a aquella que habían asesinado frente a él.

Cuando cumplió dieciocho se cometió la fatalidad que lo llevó a su vida actual: había conocido finalmente a la mujer con la que iba a casarse. Era al menos cinco años mayor que él y verdaderamente hermosa. Llenándose de coraje, los padres invitaron a ambos a dar un paseo por los enormes jardines en solitario y, en pos de conocerse mejor, así ellos accedieron. Pero la mujer lo llevó con picardía hacia lo más oscuro, lo sacó de la finca y lo guió cerca de un risco con intenciones de ver las estrellas. Ciega fue la confianza de Lukardia, que llevó a que la mujer, una maga alquimista de agua, lo encerrara en una prisión de su elemento, debilitándolo, y lo arrojara por el risco, cayendo en el río de corrientes torrenciales en el fondo. Según la versión oficial, Lukardia quiso tomar una flor para ella en la escalada y había encontrado su final en la caída.

Pero tal vez por su habilidad de controlar el tiempo, o la suerte, o ambos, Lukardia continuaba vivo. Medio ahogado se arrastró hasta una saliente y se dejó caer allí inconsciente, sólo para ser salvado al día siguiente por un grupo de bandidos, el grupo Celes, liderado por un anciano de malas pulgas.

No cabía decir que al joven, viniendo de los caballeros, no le hizo gracia en lo absoluto a la realidad e injusticia que lo estaba azotando en la cara y tuvo bastantes discusiones y encuentros con el grupo, que intentaba abrirle los ojos a algo que él nunca había presenciado antes, al mundo fuera de Crocus, su mansión y su entrenamiento en la guardia.

Reacio a aceptar las palabras de los ladrones, Lukardia, tras mejorarse, regresó con esperanzas a la mansión de su familia para revelar lo que había ocurrido en verdad, pero encontró un monumento a su persona en el jardín del frente y aquello lo desalentó: podía pasar una cuarta vez, una quinta. Algún día, tarde o temprano, moriría. Y eso no era todo, su familia había aceptado aquello sin siquiera buscarlo, sin negarse a que él pudiera haberlos abandonado para siempre.

Resignado y excomulgado de la vida que llevaba, asustado de la muerte que estaba a su sombra, Lukardia regresó con los bandidos, abandonó su armadura, su caballería y su nombre, llamándose Luka Celes de allí en adelante. Lukardia Von Kless, aquel heredero de Arca de Tiempo de la noble familia Von Kless, había muerto tras querer darle una flor a su prometida.

Tras la depresión Luka permaneció en el grupo y viajar por diferentes ciudades lo fue reactivando poco a poco. Se dio cuenta que lo que él había creído, en lo que él había puesto su empeño, había sido todo una mentira: las personas eran crueles, incluso los que estaban del lado de la justicia. A veces era necesario matar, robar y joder la vida de los demás para ayudar a los más débiles y, encontró para alegría suya, que todos eso era la mar de divertido. Ser rebelde le sentaba mejor que agachar la cabeza y seguir órdenes.

Los momentos llenos de adrenalina, el usar sus habilidades y encontrar retos hacían que olvidara su estado anterior y todo lo que había conllevado. Intentó olvidar quien era y su vida y comenzó a vivir el presente sin ganas, aunque sobreviviendo.
De allí en adelante, lo único en lo que pensó en Luka fue en sentirse vivo, sin miedos, sin un destino fijo y, por sobretodo, sin reglas.


Información extra

- Luka no suele llevar la espada al cinto, sino que la funda posee una cinta que enreda en su mano zurda, teniendo siempre la espada a mano, casi de manera literal. Cuando la desenvaina suele lanzar la vaina a un costado sin preocuparse por ella.
- Por todo lo que ha pasado, es un poco paranoico, lo que hace que esté siempre más alerta a los alrededores que otras personas.
- En su hogar tenía un perro, Repede, quien fue el único en reconocerlo al volver de visita. Sin embargo, decidió no llevárselo con él. Incluso así lo extraña y es la razón por la cual otros caninos le agradan mucho.[/b]