[Entrenamiento] Searching Skills!~ (Takumi)

Iba en el tren, mirando el cielo azul mientras me diriguia a la ciudad de magnolia, ciertamente una ciudad considerablemente lejana de la Pegasus Village, pero tenia ciertas razones para ir, hace poco me habia unido al gremio de Blue Pegasus, y no solo por  incluencia de una amiga, sino que veia que al entrar en un gremio podria ayudar a otros con las misiones que realizaria y asi poco a poco cobrar mis inumerables pecados en el pasado, el porque estaba tan lejos de mi gremio es porque realizaria este dia un entrenamiento propio para incrementar mis habilidades y tecnicas en combate por si me enfrentaba algo grande y ya que Magnolia, aparte de que habia llamado mi atencion desde hace tiempo en el que estuve en el, habia escuchado que era una ciudad en constante cambio.

Mientras mantenia mi cabeza recargada en mi mano y miraba por la ventana, cuando mi vista descontinuo el cielo azul dandome cuenta que el techo de la estacion habia empezado era el anuncio que ya habias llegado a la estacion de  Magnolia, por lo que me hizo reaccionar dejando atras mis pensamientos y poniendome listo para salir del tren. Sin esperar gran rato sali en orden y lo primero que hice fue estirarme ya que habia sido algo largo el transcurso, perono venia aqui por turismo y no porque ya habia estado aqui, sino porque era hora de ponerse a trabajar. ~¿Que clase de cosas deberia de probar?~

Magnolia es un lugar muy amplio y el lugar donde tenemos unas de las sedes mas importantes en nuestro imperio comercial. -dijo el muchacho frente a todos los presentes. Hombres y mujeres de distinguida posición y grandes capitales, socios a los cuales tenía que retener un par de segundos mas. Y aunque miraban descreídos en las palabras de Takumi, muchos le admiraban ya que siendo tan joven tenía importante injerencias en los asuntos como el que estaban discutiendo.- Pero creo que quedarnos simplemente con eso no mostrará progresos. Debemos hacer una explosiva expansión en el mercado actual. La propuesta que os traigo es simple: magia. Desde nuestra posición privilegiada podemos buscar científicos que estudien la magia para desarrollar ciertos logros que puedan aportar positivamente a nuestra sociedad. Un centro de estudios aquí en Magnolia.

Esa idea es muy costosa -dijo un hombre con traje elegante y un tupido bigote al fondo de la amplia mesa.- No veo ganancia alguna en seguir desarrollando magia. Para eso están los magos y los gremios ¿no? nosotros somos comerciantes, nos dedicamos a ganar dinero.

El estudio no es simplemente para mejorar como humanidad, para ayudar a los mas necesitados, protegernos de amenazas y todo para lo que se ha utilizado hasta el momento... sino también para aplicarlas a nuestros negocios. Si descubrimos por ejemplo una manera de transportar cargamento que sea mas eficiente reduciríamos costes en nuestra actual linea de producción. O por ejemplo...

La idea es bastante conmovedora, pero no podemos negociar con una propuesta tan incierta. No sabemos si lo que consigamos sea lo suficientemente bueno para pagar todo lo que invertiremos inicialmente -dijo una mujer bien vestida, secundando la queja del anterior comerciante.- Estamos poniendo en riesgo nuestro dinero con la ilusión de que ''podría funcionar'' no con una certeza.

Con esas últimas palabras el resto de la discusión se fue al traste. Takumi no logró para nada su objetivos de conseguir fondos para un centro de estudios avanzados mágicos. Lamentablemente se tuvo que ir luego de tanto hablar de vuelta a casa. Estaba algo fasitdiado, mas de lo que fuera a admitir, pero no quería dejar que eso se apoderara de él. Por lo que fue a un confiteria, para pedirse algo rico y tranquilizante. Sin embargo ni bien se sentó pudo escuchar unas voces:

¡Alto ahí ladrón! -un grito de una anciana que a pesar de su edad perseguía a un joven con la cabeza tapada que corría con una cartera en sus manos.- ¡Por favor! ¡que alguien lo detenga!

Sin mas dilación el joven comenzó una persecución con la intención de capturar al delincuente, quien persiguió hasta la estación de trenes de forma incansable.

¡Oye tu, detente!

Una vez recién habiendo salido del tren y caminaba lentamente por la estación sin estar estorbando a la gente me había envuelto de nuevo en mis pensamientos para saber que clase de técnica o poder nueva debería de comenzar a practicar o pensar si estaba en busca de algo nuevo que me ayude en el combate en mis próximas misiones, a mi nivel ciertamente las misiones no necesitaban apenas la utilización de magia o técnicas de conocimiento, mas el prepararse para el futuro o para un presente no planeado no era nada malo, por lo que el practicar en el presente me podría presentar muchas oportunidades y brindar varios frutos para el mañana, sobretodo si tenia como meta ayudar a todas las personas que pudiera.

Antes de ponerme a pasear por la ciudad en la cual ya había estado y en donde probablemente me podría perder de mi objetivo principal me dirigí hacia una banca en la misma estación del tren para pensar en que era lo mejor o lo que realmente necesitaba para mejorar mis habilidades ~Se especialmente que utilizar las dagas y el combate de estilo asesino no siempre es muy útil para los combates difíciles, si bien es una buena herramienta contra una sola persona, pero su característica exclusiva de ser cuerpo a cuerpo, practicamente estando pegado al enemigo, aunque se tenga velocidad y agilidad puede ser arriesgado...~ Pensaba detenidamente mientras colocaba mi mano en el mentón. Sin embargo la repentina y brusca aparición de una persona con cabeza tapada corriendo y el grito "detente" de quien lo perseguía hizo que me saliera de mis pensamientos y sin pensarlo dos veces fui actuar, de igual manera corrí rápidamente a la puerta del vagón de tren a la cual quería subirse la persona para escapar -Las cosas no serán así de fáciles- Mencione con una pequeña sonrisa, mientras le tapada su ruta de escape.

Bajaron las escaleras de la estación salteándose obstáculos como topes o la gente misma. Taku aunque hacía su máximo esfuerzo por lograr alcanzarlo no tenía la experiencia de una persecución. Lo único que pudo lograr era no perderle el rastro siendo que el delincuente había hacho hasta lo imposible por perderlo. Incluso estaba a punto de escapar, pero de la nada, sin que nadie pudiera advertir su presencia; una persona le cerró el camino. Era un joven, casi de la misma edad que Takumi, incluso vestía elegante. Era alto, rubio y con un color de ojos ámbar. Sonrió mientras el delincuente se detenía queriendo retirarse, pero en ese mismo momento Takun le terminó de cerrar el camino.

Ya está, no puedes escapar, por favor devuelve lo que robaste. Si lo haces te dejaremos ir y todo quedará como una mala experiencia. -dijo el joven pelinegro entre jadeos, lo había cansado de tanta persecución, era natural- Coopera por favor.

¡No! -grito el bandido y sacó un cuchillo de su bolsillo. Exhibió el arma con miedo, amenazando a cualquiera que desee cruzar el límite de su paciencia.- Los mataré si se acercan, déjenme irme de una maldita vez.

Eso es peligroso, bájalo -pidió el muchacho algo alarmado. Si el tipo se salía de control no solo era un peligro para él que no deseaba dejarlo escapar. Sino también para los inocentes que vayan a estar en su camino mientras él se escabullía. Era algo peligroso, pero temerario Takumi se acercó lentamente, extendiendo los brazos en signo de paz.- Reconsidera lo que estas haciendo, esta no es la solución a tus problemas; solo te estás metiendo en un lío aún mayor.

El ladrón lejos de ceder reforzó su frenesí y atacó al joven. Con el brazo en alto sosteniendo el puñal arremetió lleno de ira en su interior. Cualquier persona normal hubiera sucumbido al miedo, pero no Takumi, él no podía ya que por mas que el miedo se apoderara tenía las esencias mas vergonzosas del mundo para protegerle. Pronto su cuerpo estalló en chispas eléctricas y antes de que el agresor hiciera algo una mano brillante lo detuvo.

Muchacho ¿nadie te enseñó modales?

Spoiler:

La situación del día entero había cambiado, de haber estado la mayor parte del tiempo sentado en un tren pensando como podría mejorar durante un gran periodo de tiempo, parecía que por cosas del destino la situación perfecta había aparecido ante mis ojos para desarrollarme y crear algún nuevo tipo de técnica de combate, aunque paresia que la probaria por primera vez en lo que por la solución paresia una persecución, dandome a entender que la otra persona que bloqueaba las escaleras para que el ladrón no pudiera escapar, lo mismo que había hecho yo, lo cual hacia una situación un tanto divertida, aunque debía de mantenerme atento ~Puede que tenga experiencia en estas cosas mas no debería de confiarme aunque sean estas situaciones~ Pensé mientras miraba atentamente a los movimientos que el otro chico de cabellera negra brillante y orbes violeta.

Mientras el chico actuaba y hablaba yo me mantenía al margen de la conversación guardando silencio para que el ladrón no se percatara y se olvidara de mi presencia, en estas situaciones debería estar nervioso por no salir las cosas como planea si su caso era que no tenia verdadera experiencia el robo y atraco de objetos ajenos, por otro lado veía a mi compañero un poco cansado, sin embargo solo me centraba en las acciones que el ladrón hacia o tenia planeadas para adelantarme a cualquier tipo de comportamiento o movimiento que tendría este, mas una de las acciones del ladrón había llamado la atención de nosotros y había provocado cierto miedo en la atmósfera de la gente inocente que nos rodeaba, sin esperar mucho me puse a la defensiva en silencio por si atacaba a cualquiera de los dos mas baje la cabeza por lo que el bandido había comentado esta dispuesto a decir algo mas volví a mantenerme en silencio por lo que el pelinegro intentaba hacer, si hacia un movimiento en falso podría herirlo... Lo cual resulto aunque yo no había hecho nada.

Con la acción y la sangre escurriendo de la mano de mi compañero hizo un impacto en la escena, hubiera sido mas sensato esquivarlo mas el destello de electricidad hizo que cambiara la situación de nuevo por completo, ya que este parecía ser un mago el cual se había transformado ~¿Take Over no?~ Sonreí ligeramente con la cabeza agachada, acto seguido de que el ente azul lo detuviera saque las dagas de mi espalda, corrí rápidamente y salte hacia el bandido y sin usar el filo golpie fuertemente su mano haciendo que soltara su cuchillo y cayendo al piso lo aleje de el con el pie -No te tomes la muerte a la ligera...-

Raijin Panzatrueno estaba mirando con una sonrisa perturbante al ladrón, tenía ganas de hacerlo volar por los aires o al menos darle un buen shock eléctrico. Pero antes de que pudiera hacer algo el rubio intervino reduciendo al bandido con presteza. El celestial no pudo hacer mucho mas que mirar, pero en su rostro se notaba la decepción; pasó de estar totalmente sonriente a hacer pucherito con sus labios. No tiene muchas ocasiones para salir a respirar aire fresco, o al menos estirar las piernas con un simple combate por lo que la chances desperdiciada lo molestó.

Nooo~ era mío, no tenías derecho de quitármelo -dijo el gordito azul al rubio mientras empezó a saltar de un pie a otro moviendo las manos en todas direcciones como símbolo de disconformidad. Luego se acercó al delincuente y agarrándolo de su cabeza le dio una pequeña descarga eléctrica, lo suficientemente intensa para hacerlo desmayar y que no ocasionara mas problemas o intentara escapar.- Yo quería pelear, demostrar mi astucia, mi genio, mi hidalguía y por supuesto que también que las chicas admiren este hermoso cuerpecito eléctrico. Pero tu me quitaste esa satisfacción, así que ¡ven! ¡en guardia muchacho! -Raijin alzó su guardia dispuesto a luchar, pero antes de que algo pudiera pasar unas chispas exaltadas brotaron de él. Takumi, disgustado con la actitud del celestial quería retomar el control, el enfrentamiento provocó que el gordo cayera de rodillas.- ¡¡¡No, Takumi, maldita sea!!! -el brillo de su cuerpo se intensificó mientras el espíritu de la tormenta volvía a su forma humana, una vez mas como el joven Takumi que sentado en el suelo cansado por la contienda miró al rubio.- L-lo lamento, hay veces que no puedo controlarlo. Raijin es una transformación especial en su carácter, espero que no te haya ofendido. Por cierto, gracias por ayudarme a capturarlo, de no ser por ti se me escapaba.

Toma pensaba que ya todo estaba hecho, ya habían capturado y detenido al ladrón/bandido, ya que gracias al chico de cabellos castaño que ahora se había transformado en una especie de espíritu elemental de rayo había atrapado al ladrón con una de sus grandes manos inmovilizandolo casi al completo, acto seguido de que le quitara el cuchillo y de que haya marcado el final de esta persecución levante el mismo objeto afilado haciendo girar en un mismo dedo mientras tenia el ojo guiado, ya que era experto en la utilización de estas podía hacer esa clase de trucos sin lastimarme -Lo siento, pero me quedare con esto- Dije mientras lo guardaba en una de las pequeñas fundas donde guardaba mis puñales o dagas sin embargo el extraño comportamiento del espíritu eléctrico me sorprendió, ya que no me esperaba esa actitud previa a la que había visto del chico antes de transformarse, aunque claro, solo lo vi por unos segundos y con eso no es suficiente para descubrir las profundidas de una persona por experiencia.

Sin embargo, su tono y pucheros hicieron que cambiara mi situación en la platica volviéndose un poco incomodo en mi situación actual ya que no solía estar con personas que se comportaran de esa manera, aunque actué como hermano mayor con todos sinceramente no me lo esperaba con alguien aparentemente mayor que yo, pero teniendo en mente que era una transformación era posible que poseera distintas personalidades, como lo era con Kanon y sus distintas formas de idol -Eh... Lo siento- Dije mientras mantenía una sonrisa un poco avergonzada mas me mantuve en silencio para que dijere todo lo que quería, realmente era una sorpresa, mas lo que realmente me impacto fue la propuesta de pelea que comúnmente me la tomaría en serio mas fue tan... inesperado que no reaccione como si fuera algo serio por lo mismo de que me encontraba algún incomodo o distraído mas despues de la des-transformacion del chico volví a tomar una postura con mas control. -Descuida, descuida, todos pasamos por pequeñas dificultades, de cualquier modo no a pasado nada malo aparte de esa persona- Dije mientras señalaba al ladrón que estaba inconsciente -De todas formas vine hasta Magnolia con el fin de entrenar por lo que un combate amistoso no seria una molestia, aunque viendo lo cansado que estas y el problema original, seria mejor descansar a un lado. También lo mejor sera llevarlo donde se hagan cargo de el o recoger las cosas que tomo sin permiso- Haciendo referencia al ladrón claro estaba, quizás podrían ir a relajarse un rato antes de comenzar un divertido entrenamiento en el caso que aceptara.

Takumi se levantó agotado del suelo y comenzó a limpiarse la ropa con ligeras palmadas. Por suerte para él pudo evitar que su transformación de Raijin se le escapara de control. Ese era el mayor problema con sus poderes mágicos, no tenía pleno dominio en sus facultades y para colmo de malos esas conversiones tenían caracteres muy complicados. Obligarlos a retirarse era una tarea sumamente compleja, más estando tan exaltados como lo estaba hace unos segundos el celestial de la Tormenta. Taku apenas tenía aliento para intentar entender las palabras del otro muchacho.

¿Entrenar? -repitió dudoso, se preguntaban los motivos que lo llevaban a realizar dicha actividad. Pero luego escuchó lo que entre lineas se entendía como una propuesta. El joven empresario lo miró a los ojos pensando que era una broma, una de muy mal gusto. O tal vez él estaba entendiendo sus palabras muy mal, sus oídos estaban aturdidos por volver a su forma original... alguna explicación debía haber.- S-será mejor que le dejemos el resto a un policía.

Es él -se escuchó una voz, era la anciana a quien le habían robado y estaba acompañada de un miembro del servicio de seguridad pública. Por suerte para ambos la actitud de la señora nos evitó cargar al ladrón y llevarlo a cuestas ante la ley- todavía tiene mi cartera.

Takumi al notarlo agarró el bolso que intentó robar el delincuente y se lo ofreció de vuelta a su legitima dueña. Ella por supuesta agradecida apenas recuperó su preciado bolso se agachó repetidas veces ante mi y mi compañero. Mientras que el policía se limitaba a esposar al ladrón para llevárselo a una reconfortarle celda en la comisaría. No era rencoroso pero la actitud de perjudicar a un anciano la detestaba, era una de las peores en su considerar.

Debe haber alguna forma en que pueda pagarle sus heroicos esfuerzos -dijo la anciana abriendo su cartera para buscar dinero. De inmediato el muchacho la detuvo, no lo necesitaba después de todo.

No se preocupe esto es solo un acto solidario, aunque si quiere recompensarnos me vendría bien un lugar donde comer y que sea bueno. No soy de Magnolia y me gustaría disfrutar de un lugar recomendable en lo que me encuentro aquí. -Luego me voltee a mi compañero justiciero y con una sonrisa le di una invitación.- ¿Usted desea acompañarme? después de todo fue quien no lo dejó escapar desde un principio.

La chico de cabellos cafés se veía realmente cansado aun que este ya se había parado y previamente sacudido la ropa despues de caer al piso, me llamaba la atención como las diferentes magias que podían tener los seres humanos como magos afectaban el comportamiento psicológico y físico de la persona al estar o no experimentados en la misma, de igual manera era una forma alientadora en la que estos podían escoger sus propias caminos y entrenar para mejorar como personas. Algo que con anterioridad nunca se me habría presentado a mi hasta que conocí a Kanon.

De la misma manera no es como si me gustara aleardar frente al cansancio de otros, sobretodo por alguien que se esfuerza y utiliza su poder para ayudar a las personas ajenas en vez de solo hacerlas sufrir, de la misma manera que muchas otras personas yo era igual de débil que otras o incluso algo peor, por lo mismo estaba en este viaje para desarrollar mis habilidades y cumplir con mi meta personal de ayudar y comprender a la humanidad de igual manera que este entrenamiento me ayudaría en los combates y en la hora de realizar misiones que requieran de estas mismas acciones.

-Em...- Podía ser que mi propuesta no fuera del todo considerada, o al menos al parecer no le gustaba la idea y esto se podría apreciar en su tono y rasgos faciales, ciertamente pensaba que no le veía ningún problema o que al menos lo pensaría, pero al pareser entra las diferentes personalidades que el chico de cabellos castaños tenia como propia y al transformarse no guardaban alguna relación entre si, por lo que, compartían el mismo cuerpo y memoria pero sus diferentes personalidades no era algo que derribaran de el mismo como persona, si no como si fuera alguien viviendo dentro de el -Descuide, no preste atención a lo que dije- Dije retractando mi propuesta, lo mejor seria esperar y proponérsela mas tarde o simplemente seguir por mi camino.

Despues de eso la abuelita propietaria del bolso llego agradeciendonos por lo sucedido mientras me aceraba a donde el castaño hablaba con la abuelita, de igual manera no necesitaba dinero como recompensa me sintiria mal por aceptarlo, por lo que solo asentí con la cabeza cuando mi compañero dijo que era por un acto solidario ~Asi que tampoco es de Magnolia, ¡Que coincidencia!~ Pensé mientras cerraba los ojos con una sonrisa, al ver que despues me dirigieron la palabra con la misma sonrisa comente -Claro, pero solo fue cerrarle el paso, no es nada grande- Dije mientras me sujetaba la nuca. El ir a descansar, comer y platicar un rato no hacia nada de daño, pero no debía de perder de vista a lo que vine hacer.

Takumi sonrió ante la modestia de su compañero, su colaboración no había sido menor para el empresario. Aparte aunque su colaboración solo hubiera sido la intención ya era rescatable los correctos valores que sostenía.

Hizo mas que eso, se lo puedo asegurar. -Dijo el muchacho con una sonrisa sincera en el rostro.- Usted también merece su parte del crédito.

Si lo que buscan es comer algo y descansar unos minutos podría llevarlos al bar de mi hijo. -Dijo la señora con un tono de emoción en su voz. Agarró su bolso y lo colocó colgante en su hombro.- No está muy lejos de aquí, tan solo unas pocas cuadras. Se cocina de todo y muy rico, lo puedo asegurar y no por que sea la madre del cocinero. Estaba yendo hacía ahí antes de ser asaltada.

Eso suena bien para mi, si no hay ningún problema vamos entonces...

Conforme con la oferta propuesta Takumi se predispuso a acompañar a la anciana, ella haría de guía hasta el bar de su hijo, el cual prometía ser un lindo lugar para distraerse. Hoy era un día bastante agitado, luego de su conferencia tuvo que vestirse de justiciero, estaba seguro que contarle esto a su hermana terminaría en una increíble discusión.

Dejaron al delincuente a cargo del guardia para que se pudiera hacer cargo del castigo correspondiente. Pobre muchacho había tomado una decisión equivocada, tal vez por falta de oportunidades o simplemente por que le daba pereza el camino correcto. De cualquier forma estaba mal y debía ser castigado, alguien pudo salir herido de no haber intervenido; pensó el pelinegro.

Solo caminaron unas 5 cuadras hasta que por fin llegaron. El bar se llamaba ''el rincón de Adria'', un lugar bastante concurrido para la hora en que nos encontraban. Tenía una fachada de ladrillos con varias plantas en macetones adornando. las mesas de afuera eran de madera y tenían una amplia sombrilla para recubrir a los que se sienten del sol. Se podía ver por sus inmensos ventanales el interior del edificio, lleno de mesas talladas en madera. Sin duda alguna era un lugar acogedor.

Entraron al negocio y fueron asignados uno de las mesas disponibles, al lado de una de las grandes ventanas que tenían con una perfecta vista de la calle. La señora antes de que pudieran decir algo habló con su hijo, el encargado; para que les diera un trato especial. En realidad Takumi no lo deseaba, en su vida estos tipos de tratos eran un desproposito que no lo complacía ni en lo mas mínimo, por eso cuando llegó el mesero a registrar nuestros pedidos se sintió incomodo.

Uhmmm.... tal vez algunos fideos con salsa y un jugo de naranja... -meditó mientras veía la carta- ¿usted que va a pedir?

Me preguntaba como iria pasando este día, habíamos empezado fuertemente la mañana con apenas saliendo de la estación había detenido un atraco junto a un compañero con el que ahora mismo me encontraba ya que en realidad era el que había presenciado el robo a la señora desde el principio, aunque el hombre de cabellos castaños oscuros me agradecía el impedirle el paso al ladrón, realmente no había hecho mucho, pues cualquier persona con un mínimo de valor a habilidad podría ponerse en mi lugar, no se si quitarle el cuchillo que llevaba como arma era algo mas, pero realmente no lo veía como algo para tomar o ganar un agradecimiento. En cambio el tener la resistencia de perseguirlo y seguirle la pista sobre todo si no se esta acostumbrado a ese tipo de cosas era algo mas digno de admirar puesto el esfuerzo y determinación eran mas grandes.

-Bueno, si usted insiste, aceptare sus agradecimientos- Dije con una sonrisa medio vergonzosa. Yo tampoco estaba acostumbrado a las persecuciones desde hace tiempo, podía decir que era algo divertido pues se sentía como corría las sangre por las venas por el momento, aunque no debería tomarse como algo divertido por haber sido alguna vez un asesino, debería de ser un poco mas serio el momento ~Todavia me queda un largo camino por recorrer~ -De igual manera deje agradecerle de vuelta por el seguirlo hasta aqui- Mencione puesto me paresia lo correcto ya que no le había agradecido aun.

Despues de eso nos paramos a escuchar la recomendación de la señora, un lugar bueno en el que pudiéramos descansar un poco y también comer, ciertamente despues de largo viaje desde Pegasus Village hasta Magnolia me había generado un poco de vació en el estomago. -¡Claro, vamos!- Sin mas pase a seguir al justiciero de cabellos café oscuros dejando atrás al delincuente que le había robado a la señora, seguramente iría a prisión por lo que cometió, aunque a mi nunca me atraparon en el pasado. A diferencia de mi, me preguntaba ¿En que pensaba el en entrar en el camino de un ladron? Si yo hubiera podido elegir mi camino desde hace mucho hubiera elegido el haber tenido una tarea normal en el mundo.

~El rincón de Adria... Justo a tiempo, ya me esta entrando bastante hambre~ Sin esperar mucho mas entramos al local donde la señora decidió aplicar un trato especial para que pagaramos nada, lo cual me hacia sentir mal y a mi compañero también, pero podríamos hacer sentir mal a la señora si lo negábamos de igual manera. Aunque tuviera hambre debía de contenerme.

-Supongo que pediré... Una milanesa de pollo empanizada y limonada- Dije volteando mientras escogía del menú, acabando entregue el mismo dándoselo al mesero y quedandome a solas con mi compañero... compañero, lo he estado llamando así todo este día, sin haberle preguntado su nombre -Oh! Disculpe el preguntarle tan pronto, pero no puedo seguir refiriéndome a usted sin saber su nombre. Mi nombre es Toma- Dije con una sonrisa

Luego de que el mesero registrara en su libreta ambos pedidos reverenció a ambos comensales y se retiró a la cocina. La comida iba a llevar algo de tiempo en ser preparada así que lo mas protocolar sería dialogar con su compañero. Un cúmulo de preguntas se formularon dentro de la mente del joven empresario que se cruzó de brazos mientras se relajaba en su asiento. Para su sorpresa el recién identificado como Toma había sacado a relucir el hecho que no se habían llegado a presentar. Takun en ese momento transformó su cara en una rara combinación de sorpresa y desagrado, ¿¡cómo se le pudo haber olvidado algo tan simple!?

¡Coff coff! disculpe señor Toma, la verdad es que no caí en ese detalle hasta que lo mencionó. Supongo que fue debido a la velocidad con la que se desarrollaron los acontecimientos lo que no me hizo percatar que faltó mi presentación. Me llamo Takumi, soy de la familia Darwin, el hijo mayor para ser exactos. -Mantuvo su postura algo seria hasta el momento que el mesero regresó con las bebidas, era lo primero y mas fácil de servir hasta antes que estuviesen los platos principales. Cuando por fin este se retiro el muchacho prosiguió con su intento de conversación.- Vine por cuestión de negocios familiares, tal vez me quede un par de días. Por eso aprovecho para disfrutar un poco, ya que tengo que trabajar al menos debo conocer un poco el paisaje ¿no cree?. En fin, mi vida es algo normal, pero usted mencionó unas palabras controvertibles al conocernos. Me gustaría que se explayase un poco mejor, sobre todo con lo que respecta a sus objetivos señor Toma. Si mi memoria no me falla usted dijo que no era originario de Magnolia¿de dónde es?. Y ahora que lo pienso un poco mas en perspectiva, también dijo algo sobre un entrenamiento ¿en que sentido desea entrenar?.

Ya sabia ido el mesero para empezar a preparar la comida, que pues llevaría un rato, sobre todo el platillo que yo había pedido pero había entrado en nervios y pedí lo primero que vi ya que no quería hacer esperar tanto al mesero como a mi compañero el cual ya había pedido su nombre. No me gustaba estar en esas situaciones donde personas te están esperando y apresurando en la toma de una decisión, para ese tipo de cosas era mejor pensarlas con tiempo o estar solo en la situación para que no tengas inconvenientes. En el poco tiempo de silencio que paso me varios pensamientos y comentarios vinieron a mi por el ambiente en el que estaba situado ahorita, pues era impresionante o cuanto menos interesante como los seres humanos comían, digo, no es que yo no coma, de vez en cuando me gusta hacerlo pues el disfrutar de un platillo y su sabor es algo deseable, pero el como los humanos necesitan comer para vivir era algo... curioso ~Curioso, pues ellos necesitan ingerir alimentos que les proporcionen energía ya que constantemente están gastándola en su vida diaria para realizar cualquier acción que se les propongan. Gastan tanta energía que necesitan como mínimo 3 comidas al día e incluso algunos mas~ Estaba pensando en ello con mi cara apoyada en la palma de mi mano cuando la tos de la persona con la cual estaba compartiendo este momento interrumpió mis pensamientos, lo cual no era malo, porque podría estar generando un entorno tenso para el sin yo darme cuenta.

-¡Oh no! Descuide, no quería que se lo tomara así, simplemente me di cuenta de ese detalle mientras pensaba en usted- Dije intentando arremediar mis palabras -Un gusto señor... ¿Darwin? ¿O prefiere que le llame por su nombre?- Me decidí por preguntar por si mantener una formalidad o por ser menos reservado con el ~¿Familia Darwin Eh?... Me pregunto si sera una familia importante o de grandes ingresos~ Me preguntaba pues realmente desde hace tiempo no me pongo al corriente con el mundo humano. Poco despues el mesero nos trajo las bebidas, se guardo un poco de silencio antes de seguir la conversación, yo me dispuse a tomar de mi vaso mientras escuchaba al señor Darwin con los ojos cerrados para prestar atención a lo que decía. "Palabras controvertibles" esas palabras fueron lo que despertó un sentimiento de incomodidad hacia mi persona, mas me mantuve sereno mientras seguía bebiendo lentamente del vaso. Al terminar de que el hablara e hiciera mis preguntas baje el vaso y me dispuse a responder.

-Supongo que me atrapo...- Dije con una sonrisa vergonzosa para despues tomar una postura de normalidad con fin de explicar mis intenciones -Bueno... Si pregunta de donde vengo supongo que lo mas certero es decir que vengo del Mundo Celestial, aunque no creo que se refiera a eso... ¿verdad? Vengo de Pesasus Village, pertenezco al gremio de Blue Pegasus y como usted bien dijo, estoy aquí en Magnolia para entrenar mis habilidades. Si bien, quiero desarrollar mis técnicas de combate para mejorar cuando este en un campo de batalla, la razón de el porque quiero mejorar... Eso es personal- Dije guardando un poco el silencio y hablando con voz tranquila como si no me viera afectado. -Si bien, a lo que usted se refiere, cuando nos conocimos en la estación de Magnolia, tuve la oportunidad de luchar a lado suyo... o mejor dicho a lado del elemental de electricidad. Mientras estaba transformado en el, al parecer tener personalidades diferentes, me mostró la oportunidad de luchar contra usted, tomandolo yo en cuenta como una pelea amistosa. Sin embargo... No se si usted y su transformación compartan memoria, al destransformarse intente aceptar la propuesta de luchar contra usted, pero puesto que usted se mostró con indiferencia a lo que había dicho y viéndolo cansado de mantener esa forma decidí omitir mis palabras-

Si, por favor refiérase a mi como Takumi -respondió con una sonrisa el joven empresario tratando de finiquitar el asunto. Si bien no tenía problema fuerte con su apellido tampoco le gustaba vivir tras de el, aparte conocer a alguien común y corriente implicaba relacionarse de una manera efectiva usando los nombres. Al menos ese era el protocolo social y él deseaba respetarlo en la medida de lo posible.- ¿mundo celestial?

Takun si bien tenía conocimiento de algunas artes mágicas no era especialmente conocedor de todas a detalle. Sabía que era un ''espíritu celestial'' pero no tenía idea que ellos pertenecían a ese mundo celestial, su lugar de origen, o cuestiones mucha mas complejas al definir qué son. Por eso solo escuchó atento mientras Toma proseguía con su historia.

El rubio era un mago de Blue Pegasus, eso era sorprendente, eso explicaba por que se movió con temeridad en el momento que el delincuente sacó su arma. Takumi había encontrado una persona sumamente interesante en su camino, siendo él quien siempre respetó a quienes ejercían dicha profesión. Le surgieron entonces distintas preguntas con respecto a lo que era ser un mago agremiado. Un mundillo del que solo escuchó hablar por encima.

¡Wow! eso si que es interesante, nunca me imaginé que fuera miembro de un gremio. Encima viene hasta aquí para mejorar, pensé que los magos en realidad eran personas super fuertes que se encargaban de misiones importantes. Aunque supongo que alguien fuerte no puede ostentar ese título si no entrena progresivamente para mejorar. -comentó totalmente animado.- Yo sé algo de magia como puede ver, es obvio que no la controlo como debería. Soy un principiante siendo honesto, ya que mis deberes me prohíben tomarme el tiempo para aprender mucho. Estoy consciente en todo momento cuando me transformo pero sin embargo no tengo el control de mi cuerpo. En realidad es algo complicado de explicar por que con mis transformaciones solemos tener charlas, mi maestra me obliga a meditar para ello. Soy algo así como una cárcel y un carcelero al mismo tiempo de ellos, que tienen personalidades demasiado... especiales. Por eso una contienda con usted resultara seguramente en mi inminente derrota, no sé que tan buena idea sea o que tan útil pueda serle para desarrollarse. Aparte de ello necesito descansar, me consume mucha energía transformarme y para recuperarla debo tomarme al menos una hora.