[Misión E] Cazeria de Kobolts [Hibiki]

¡Era mi primera misión! La verdad es que siempre me había llamado la atención el tipo de trabajo que hacían los magos. Y esta era mi primera vez haciendo uno. Lana me preguntó más de una vez si estaba seguro con esto, que era mi primera misión y que debería pedirle a alguno de los del gremio algo de ayuda, pero no parecía extremadamente difícil. Total, es solo buscar comida para un animal…

Sí… Un animal que sucede que era muuuuucho más grande de lo que jamás me había imaginado. Es cierto que por la descripción podía tratarse de una especie de reptil, pero… ¡jamás me imaginé que podría tratarse de un animal así de enorme! Madre del amor hermoso… ¿¡Es esto acaso posible!? Creo que fue por este mismo tipo de cosas que Lana quiso avisarme de que las misiones podían ser… Curiosas.

- ¿A que es precioso? Grokarn es una de nuestras más grandes maravillas. ¿No te deja sin palabras su hermosura?

- S-sí… Es completamente único en su especie –reí.

No podía decirle que no me pareció hermoso. Obviamente tampoco podía decirle que la razón por la que me quedé sin palabras fue porque el tamaño de esta hermosura era lo suficientemente grande como para, sin duda, poderme comer de un bocado si así lo quisiera. ¿No es un animal demasiado peligroso como para dejarlo en un simple zoológico? Supongo que tendrán sus medidas de precaución, pero… ¿Por qué tengo la sensación de que no son suficientes? ¡Ay, que me ha visto! ¿Por qué sacas la lengua? ¡No, no! Estará toda esta protección pero, por favor, ¡No pasees la lengua por el cristal! ¡Que no soy comida!

- Parece que Grokarn tiene mucha hambre… Si no te importa, joven…

- ¡Sí, claro! Tengo que ir a por los kóbolts, ¿no? Son su comida, ¿verdad? –dioses, qué nervios…- Esta especie vive en el bosque, ¿no?

- Exactamente. Ya vino otro mago anteriormente y le he explicado la misión. Le pedí que esperase en la salida del pueblo porque no estaba convencido de enviarlo por su cuenta.

- ¡Recibido, entonces! ¡En cuanto esté me dirigiré allí! ¡Volveremos con buenas noticias!

Fui amable, pero lo cierto es que necesitaba irme. Ver a aquel animal me daba miedo. Mucho miedo. Así que agradecí infinitamente poder huir de aquel lugar y mantener mi vida intacta. No sé por qué, pero tenía la sensación de que iba a convertirme en la comida de Grokarn si no me iba.

Con una inmensa sensación de alivio, decidí ir al lugar de encuentro tras prepararme para el viaje. Recé y recé para que me tocase alguien que fuese una persona normal y no tuviese nada raro. De hecho, me conformaría con que tuviese ciertos gustos cuestionables. Pero, por favor, no más lagartijas de tamaño desproporcionado.

Como si mi plegaria hubiese sido atendida, allí había alguien que me parecía el compañero que buscaba. Me acerqué a él y, con una sonrisa, decidí presentarme.

- ¡Hola! ¿Eres mi compañero de misión? La de Grokarn –esperaba no tener que describir al animal- Mi nombre es Zander, ¡encantado! –tendí la mano.

Ayuda visual:

-Bueno... Se deben de hacer misiones para ganar Jewels, que estupidez- Mencione mientras caminaba con el mapa directo al zoológico en el cual se situaba el inicio de la mision. Ciertamente aunque no era mi primera mision, estas empezaron a perder la diversión en mi, desde que tengo que agarrar misiones de clase e todo era realmente sencillo incluso aunque no tuviera mis poderes originales, se podría decir que no tenia ganas de hacerlas aun así necesitara el dinero para vivir. ~Antes podía vivir sin hacer misiones por meses, con todo el dinero que poseía era fácil hacer lo que yo quisiera~ Pensaba mientras seguía caminando  por la ruta ya memorizada despues de haber fijado el mapa varias veces, mantenía una pose relajaba y caminaba con las manos puestas en la cabeza ~Pero claro... Si tan solo deseas algo... ~ -¡Solo consíguelo cueste lo que cueste!- Comente con un tono entre siniestro y lunatico, puesto que era cierto, no importa que le pasen a los demás mientras tu consigas lo que quieras, ¿verdad?

Lo único llamativo de la mision es que tenia que matar animales para darselos de comer a otro mas grande, que bella naturaleza, los depredadores como el Grokan y Yo somos seres con superioridades, algunos mas que otros como yo obviamente, pero si no eres lo suficientemente fuerte y listo en este mundo de devoraran. De nuevo lo único divertido que podría ver seria el mancharme de sangre las manos al canzar y el causar temor y dolor a los pobres animales que serian cenados esta tarde, si bien el cazar ratas-conejos no era mucho desafió mas por su muy probablemente velocidad y manera de huir, para ello había que plantearse un plan, pero debía de esperar a que mi indeseado compañero llegara para poder utilizarlo, si bien no conocia su potencial ni su magia por lo que lo mejor seria no hacerse ideas o ilusiones hasta comprobarlo primero. Sin tardarme mucho llegue  al zoológico donde de inmediato vieron mi llegada y me recibieron, decidieron dar un pequeño tour mientras mi compañero llegaba, me llevaron por las distintas celdas hasta que llegamos a Grokarn.

-¿A que es precioso? Grokarn es una de nuestras más grandes maravillas. ¿No te deja sin palabras su hermosura?-
-Asi que este es el gran Grokarn, realmente interesante- ~Me estoy aburriendo...~
-¡Si que lo es! Por algo es nuestra atracción principal- Dijo mientras el cocodrilo reptil ese sacaba su lengua
~Me llegas a tocar y no volverás a ver la luz del día...~

La espera comenzaba hacer tediosa, bastante para mi gusto, mas por ser un mago independiente debía estar "vigilado" por un mago con gremio lo cual ya era bastante molesto, no pensaba estar en un gremio, sobre todo con la posibilidad de encontrar personas tan idiotas como las que existen en el mundo. Despues de que el tour se acabara me dijeron que esperara en la salida del pueblo por lo que diriguiendome ahí escuche buenos cumplidos de mujeres jóvenes elogiando mi aspecto, no una mala decisión. Me quede sentado sobre un cubo de paja a esperar el tan atrasado compañero.

No se que era peor, la cara del cocodrilo o el retraso tarde de mi compañero, pero sin duda me empezaba ha hervir la sangre, solo esperaba  que fuera alguien que de verdad valiera la espera, lo cual no lo fue... Una voz puberta y alegre me saco de mi zona de confort mientras aquella persona se acercaba ~No me digas que...~ Esperaba que la cosa fuera una broma, pero todo se confirmo cuando dijo que había aceptado la mision del cocodrilo, me había tocado hacer una mision con un niño, despues de que me tendiera la mano, comente -Eh... Así que tu eres mi compañero. Lento, eres muy lento. ¿Enserio crees que mereces mi paciencia? Bueno, no se puede esperar mucho de un niño, ¿verdad?- Dije dandome media vuelta  como si lo estuviera insultando de una manera tan libre y relajada -Andando, hay animales que matar y no pienso perder mas tiempo, así que no te atrases- Dije mientras comenzaba a caminar dándole la espalda para entrar al bosque.

Bueno… Desde luego parece ser una persona normal. Supongo que no puedo quejarme, ¿no? Mi deseo se ha cumplido. Es solo que… No sé, me hubiera gustado que fuese un poco más agradable… ¿Qué le costaba intentarlo? Vale que soy un completo novato en esto de las misiones y el trabajo de los magos y seguramente él no, pero… ¿Qué le costaba?

- Siento haber tardado. Tuve que hacer los preparativos en cuanto conocí al animal y... –pero ya había empezado a caminar. Esto va a ser más difícil de lo que imaginaba…-. ¡Voy! –no quise hacer mención a su gran… paciencia.

¡Ni siquiera me ha dicho su nombre! ¿Cómo narices se supone que voy a referirme a él si no lo sé? ¿Cómo me dirijo a él? ¿Peliblanco? ¿Señor Prisas? ¿Señor insensible? ¿Tú? Sé que pedí una persona normal y que no me importaba que tuviese ciertas peculiaridades pero, ¿no es esto demasiado? ¿Por qué narices no me ha dicho su nombre? ¿Qué le costaba?

Bueno, Zander, cálmate… Seguro que es el tipo de persona que no tiene la paciencia para esperar a los demás. Quién sabe, puede que no me haya escuchado presentarme… Debería intentarlo más adelante. ¡No me rendiré! ¡Mi misión personal será sacar el nombre de esto señor de carácter tan irascible! Si hay algo que me han dicho desde siempre es que soy cabezón. Y no poco, precisamente…

Para cuando me quise dar cuenta ya estábamos bastante dentro del bosque y no había dicho ni una sola palabra. Abrí la maleta que siempre llevaba y saqué mi violín, por si acaso los kóbolts eran agresivos… Sabía cómo eran por las imágenes que vi en un libro, pero no tuve tiempo de investigar más sobre ellos… Y cómo me alegro de no haber dedicado más tiempo a la investigación… De lo contrario, creo que el saludo de mi compañero habría sido aún más frío…

- Ya que somos compañeros, ¿podrías decirme tu nombre? Creo que es más fácil y eficiente eso que tener que decir “tío-de-pelo-blanco-que-no-es-mucho-mayor-que-yo-precisamente-y-que-me-trata-como-un-niño-cuando-a-lo-sumo-debe-tener-cuatro-años-más-que-yo”, ¿no? Yo soy Zander, por cierto –volví a probar a presentarme. No iba a rendirme. Además, como se niegue a hacerlo le estaré llamando así hasta que se rinda y decida decírme de una vez su nombre o un apodo o lo que sea. Necesito algo con lo que referirme a él.

Eché un vistazo y, a lo lejos, me pareció poder observar un pequeño grupito de animales salvajes. Me llevé un dedo a los labios, indicando a mi compañero que se mantuviese en silencio. Cuando me asomé vi a un animal muy parecido a los del libro que consulté. ¿Será ese un kóbolt?

- Es ese, ¿no? –pregunté en susurros-. Deberíamos pensar en un plan… –me alejé del animal para que no nos descubriese-. ¿Qué tipo de magia puedes usar? Yo uso mi instrumento como catalizador en la mayoría de casos. No tengo mucha potencia ofensiva, pero confío plenamente en mis habilidades de apoyo. ¿Qué hay de ti?

Ah.... Que decepción me había llevado, ya si de por si no tenia muchas esperanzas en el tipo de compañero me iba a tocar, lo peor no es solo la perdida de tiempo que me hizo perder mientras sentaba en espera de su llegada como si fuera alguien importante o que al menos yo respetara, osea nadie del mundo, sino el hecho de que fuera un humano con proporciones pequeñas de niños y papas extra. La mezcla de esas 2 cosas que odiaba mucho podían realmente alterarme, pero nada era mejor que descitarse con esa misma persona, mas si podía hacerla pasar un rato incomodo, ya que para mi, hacermela pasar mal se necesitaría mas que un tonto enano de cabello naranja el cual te solo paresia hacer que te arrastrara.

Cuando comencé a caminar no pensé en ponerle ningún tipo de atención a sus palabras, ¿Me serviría de algo?, solo podría utilizar como un sucio juguete al cual maltratar hasta que se rompa, no es que no tenga paciencia, porque la tengo y mucha, pero ¿Quien debería de merecerse algo bueno de mi? Ahora solo vivo para ver y hacer sufrir a las personas y no me molestaría para nada empezar a exprimir a ese niño con energía y aires entusiastas, aunque podría ser demasiado pronto como para torturarlo, por ahora tendría que conformarme con molestarle y hacerlo sentir nada. No ganaba nada con eso mas que satisfacción y si no lo lograba, siempre hay una vena abierta bombeando sangre por la cual ingresar.

Ciertamente, suelo engañar a la gente haciendoles creer que soy buena persona para despues darles un impacto, mas la forma en la que había empezado con el niño no era algo que me favoreciera del todo, aunque un niño... No creo que debería de preocuparme en el o sobre el, ya que no lo veía como alguien importante o interesante, aun que este no tenga esperanzas, puede que le de una oportunidad... podría tener algún az en la manga despues de todo.

Ahora lo siguiente a pensar seria que debería de hacer, no importaría mucho si algo saliera mal ya que lo principal era hacer la mision, ganarme la parte que me corresponde e irme. Pero si pensaba en divertirme con este niño tenia 2 planes, podría mostrarme de una manera tsundere haciéndole creer que lo que le dije en el zoológico fue por un impulso de enojo y que en realidad me avergonzaba un poco o no ocultarme desde el principio y seguirle molestándole como hice en el principio. ~Jum... Buenas ideas~ Despues de pensarlo por un largo rato hasta que sin darnos cuenta entramos a las profundidades del bosque, al final decidí ir por la idea de armar un teatro y una mascara perfecta, sabia que el niño no era un tonto y que podría fallar pero seria un experimento divertido en ver como acaba esto tanto para mi como para el.

El silencio se había llenado en la atmósfera desde hace ya un tiempo y yo seguía caminando con las manos en la cabeza, sin darme cuenta comencé a recitar y tararear la melodía en voz baja de la canción que yo había escrito para mi, al darme cuenta de esto guarde inmediatamente el silencio, no podía dejar que escucharan mi canto. Despues de que el niño hablara volví a entrar en el papel de actuación -Hibiki... Solo Hibiki- Dije en un tono avergonzado aparentando que me sentía mal por como habían comenzado las cosas -Lo siento...- Dije sussurrando y medio balbuceando en un tono apenado de tal manera en la que me escuchara pero que aparentara que yo no quería ser escuchado por la vergüenza que me daba, de la misma manera intentaba no hacer contacto visual con el niño para que la vergüenza tuviera un mejor escenario y con mi entrenada actuación pareciera que estaba avergonzado con un ligero rubor, la clave de la actuación y de meterte en el papel era sentir el personaje.

Seguí las indicaciones de mi compañero y en silencio comence a contestar las preguntas del mismo mientras pretendía pasar a un estado mas serio para ayudarlo en la mision -Si, esos son, ¿tienes alguno?- Pregunte por lo de un plan manteniendo los sonidos al mínimo para que las ratas-conejo no nos descubrieran -Puedo controlar la energía y el elemento de oscuridad. Utilizo esos elementos y energías para realizar pequeños explosivos, pero puedo llegar a poner algo similar a un campo minado- Dije con una actuación realmente creíble y convincente en la cual parecía como si quisiera en verdad cooperar con el niño.

Mientras estábamos caminando, el señor que no se presentó empezó a taraear algo. Apenas era perceptible, pero pude distinguir los colores de su melodía. Unos colores que, sinceramente, no me gustaron nada. No porque fuesen malvados. Sino que… me sentí triste porque me parecieron colores demasiado oscuros, demasiado poco abiertos a los demás. Es curioso, porque siempre creí que la música unía a la gente. Sin embargo… ¿por qué en su caso parece justo lo contrario? Es como si su pequeña melodía forzase a la gente a alejarse de él. No… no es eso. Es algo muy distinto. Es una melodía agresiva ante cualquier tipo de efecto externo. ¿Cómo se supone que debo tomarme eso? Hasta ahora toda la música que he escuchado ha tenido unos mensajes clarísimos y unos colores que ayudaban a  esa misma claridad. ¿Por qué siento que en su caso los mismos colores oscurecían el mensaje ya de por sí oscuro? No me gusta. Me preocupa.

- No te preocupes, Hibiki –dije–. Todos tenemos nuestros momentos –intenté no pensar demasiado en el asunto, aunque me costó bastante.

De hecho, agradecí mucho la aparición de los animales salvajes. Bueno, si es que a eso se le puede llamar animal. Era una cosa rara, pero no me voy a preocupar por eso. Ahora mismo tengo que cazar a estos seres con mi magia y con la ayuda de Hibiki, quien me preocupaba ahora mucho por culpa de aquella melodía que tarareó y cuyos colores vi.

- Bueno, no sé si es el mejor plan de todos, pero… Ya que son dos, ¿por qué no probamos a ir uno a por cada uno? De esa forma también podemos analizarnos a nosotros mismos y ver cómo actuar para el resto de cazas. Dicho esto, si no hay otra idea, pongámonos en posición para sorprenderlos –tomé el violín y la cuerda para mostrar que estaba ya listo para el combate.

Allí estaban todavía los animales. Sin embargo, esta vez eran tres los objetivos, lo que haría que fuese más complicado el plan original. Suspiré y tomé una rama del suelo que usé para escribir mi nueva idea en el suelo.

Ahí podían observarse unos pequeños dibujos que, si bien no eran de la mejor calidad del mundo, confiaba en que al menos fuesen comprensibles. El primero de los dibujos, con un "1" escrito justo arriba del mismo, era yo tocado el violín y los animales haciendo movimientos raros, con la idea de decir que les había hecho yo algo con mi música. En el segundo dibujo, llamado "2" para hacerlo más fácil de entender, aparecía Hibiki (o eso intenté, al menos) al lado de un lugar que ponía "BOOM", como si hubiese explotado. Dijo que podía hacer explosivos, ¿no? Espero que sea fácil de entender. El tercer dibujo, llamado "3" por la misma regla anterior, eramos él y yo chocando las manos en señal de victoria. Cuando terminé de dibujar miré a Hibiki, para ver si me había entendido y, después de asegurarme (o eso esperaba yo, al menos), decidí empezar mi parte del plan.

Disonancia:

Me puse de pie y a la vista de las bestias, quienes en principio fueron a atacarme. Concentrado, empecé a mover el arco del violín y al mismo tiempo empecé a entonar yo mismo otra melodía. En realidad eran la misma, solo que en hice un transporte de segunda para provocar el efecto deseado. Las bestias, empezaron a perder el equilibrio y, por suerte, una de ellas se cayó, aunque no tenía ninguna herida en absoluto. Seguramente se recuperará cuando termine de tocar y... hasta entonces... de verdad que espero que Hibiki me proteja... Porque lo pasaré muy mal como me ataquen.

Ya metido en el personaje, hasta yo creerme el juego pero sin perder de vista lo principal, seguí entablando alguna que otra palabra con el niño ya que "seguía" algo avergonzado por como me había comportado en un principio, decidí no mencionar nada el recibir el consuelo del niño mientras mantenía un rubor en la cara ~Podria ser tan fácil de engañar, pero... Hay algo que lo esta distrayendo~ Dije al mirar de reojo su cara donde podía ver que algo le preocupaba ~Solo espero que no arruine esto...~ Pensé un poco enojado.

Mientras estábamos agachados viendo a los rata-conejo y pasaba a un modo mas serio como si estuviera concentrandome para la mision, pare a escuchar a el niño y ver que plan tenia , en efecto no paresia tan malo pero no deberiamos probar al tanteo muchas veces ya que nuestras magias podían desgastarse o nosotros quedarnos sin energía. Incluso siendo esto un campo abierto, contando con la agilidad de los animales y teniendo en cuenta el tiempo de mis explosiones podría ser incluso mas molesto de lo que ya parecía para mi solo, viendo el lado bueno el niño resultaba ser un compañero no tan inútil en esta situación, ya que su magia musical podría servir para calmar el movimiento de los objetivos mismos, combinandolo con las explosiones podría ser trabajo fácil, sin embargo deberiamos de buscar grupos mas numerosos para, tanto acabar esto rápido y para no quedarnos sin magia. Una vez acabamos la charla del plan me separe un poco de el para ver donde podría poner los explosivos, no podía lastimar todavía al niño aunque lo quisiera por el tema de ganarme su confianza, así que lo mejor seria que golpear a cualquier enemigo y animal que se acercara a el y alejarlo para despues hacer la explosión. Los 3 animales estaban juntos por lo que podría aprovechar de ello para hacer mi plan... ¿El numero había aumentado? Je, no seria problema, no importaría cuantos vinieran, acabaría con la vida de todos.

Los trazos en la tierra poco humada del bosque en la cual el niño estaba dibujando me llamaron al atención por lo que le preste atención al saber que era un nuevo plan, aunque sus dibujos eran pésimos no se requería ser un genio como yo para entenderlos por lo que no me moleste en burlarme de el, eso seria luego. Me asegure de moverme antes de el para ponerme en el lugar de pelea, apenas este hizo sonar su instrumento pasamos a modo de pelea.

Tecnicas:

Una vez que los animales salieron a correr lance dos proyectiles de oscuridad que al no entrar en contacto con nada se quedaron flotando en un lugar bien calculado donde una de las criaturas estaba tirada al piso por perdida de equilibrio mientras las otras empezaron a correr mas lento, no estaba lejos de donde se encontraba el niño, por lo que de inmediato corrí hacia donde se encontraba y me coloque rápidamente frente a el, dentro de mi imaginación sonreí diabólicamente y mientras estos animales saltaban a atacar me puse preparado para el impacto. Al primero que caía con las garras, salte ligeramente metiéndole una patada lanzandolo con el otro que permanecía en el piso sin equilibrio mientras que el segundo que caía despues logre agarrarlo de la cabeza parando su caída y lo lance de igual manera con los otros medio inconscientes entre el golpe y la melodía de mi compañero, como gran final rápidamente corrí hacia ellos y di un gran salto sobre ellos apuntando con mi mano a los proyectiles y recitando -Void Detonation- Haciendo que los 2 proyectiles detonaran justo donde estaban los rata-conejos acabando con ellos, si bien no deberían de tener grandes defensas con ese cuerpo y quedaran incluso asados al gusto para que el cocodrilo los disfrutara.

Caí al piso apoyandome con mis manos y una pierna, despues esperando a que no haya ningún movimiento procedí acercarme aunque hubiera un poco de humo, definitivamente estaban muertos -Ya tenemos a tres- Dije gritándole a Zander.

Cuando por fin llegamos  a atacar a los animales, uno se me acercó y pronto acabé con un susto que casi me hace dejar de tocar ipso facto. Por suerte, Hibiki me protegió. Un suspiro aliviado salió de mis labios y nunca me arrepentí tanto de haber estado aliviado cuando volví a abrir los ojos después de la caza.

Ahí estaba: mi gran némesis. La sangre. Esperaba por mi propio bien que Hibiki hubiese pensado que caí al suelo por alivio en lugar de por el pavor que siento a la sangre. Pero es que no podía evitarlo. La sangre me trae demasiados malos recuerdos que no puedo evitar que surjan cuando veo eso. Recordaba a Bam y su cuerpo en el suelo sin poder hacer nada para impedirlo. Recordaba a mis padres, quienes dieron sus vidas para que yo pudiera seguir gozando de la mía. La culpabilidad y la impotencia que sentía me carcomían, mientras que, al mismo tiempo, me intentaba concentrar en otra cosa. Lo único que podía hacer era taraear la primera canción que aprendí con Bam.

Me tomó un tiempo relajarme, pero al final pude ponerme en pie para responder a Hibiki, aunque me hubiese gustado que mi velocidad hubiese sido mayor. Estoy seguro de que ha tenido que notar algo raro.

- ¡Bien! Entonces ahora nos toca pensar cómo llevarlos… -respondí. No teníamos medios para llevarlos. ¿Deberíamos llevarlos poco a poco?

Me acerqué a donde estaban los animales muertos y empecé a alejarlos de la casi imperceptible sangre que yo, sin embargo, fui capaz de ver sin problema. Pesaban. No demasiado, pero dudo ser capaz de llevar más de uno…

- Oye, Hibiki… ¿Qué hacemos con estos? ¿Los llevamos poco a poco o los llevamos de golpe? ¿Se te ocurre algún método? Soy todo oídos… Pero yo no creo poder ser capaz de llevar más de uno de estos –señalé el que había apartado de la sangre con anterioridad-. Pero tampoco veo muy eficiente tener que hacer viajes de ida y vuelta continuos.

Esperaba que tuviese una idea y, sinceramente, esperaba con esto evitar que hablásemos del tema de mi fobia a la sangre. Pero tengo la sensación de que va a ser difícil que lo deje escapar. ¿Será por aquella cancioncita que escuché antes? Desde luego, lo que es preocuparme, sigue preocupándome sin duda.

Disponibilidad de habilidades usadas::

Finalmente cuando todo el humo de la explosión por fin se había dispersado en el ambiente, aunque no tuviera algún olor a cenizas puesto que era materialización de energía oscura, podía ser un poco molesta a la vista, aunque no contaminara en lo absoluto a la naturaleza pero si que producía leves quemaduras ~Me pregunto si podría quemar el bosque entero solo con esto... Seria divertido~ Pensé con cierto entusiasmo y picares en mi mente mientras me agachaba para ver a los animales que satisfactoriamente habían muerto ~Solo mírense... Seres inservibles e inferiores a los ojos de muchas otras criaturas, al menos serviran para alimentar a otro animal, aunque solo sirvan para eso~ Pensé mirandolos con cierto desprecio y despues sonriendo malvadamente en mi cabeza mientras los miraba en la realidad detenidamente -Solo espero que al cocodrilo les guste así...- Dije un poco dudoso, aunque en el fondo se sentía bien, ver animales muertos mientras su sangre de color rojo vivo se notaba salir de ellos y su pelaje mismo se coloreaba un poco, era, realmente la satisfacción por la que había venido a cumplir esta mision, aunque debía admitir que sus chillidos y silencio no comprensible en mi idioma me hacia esperar mas de las pobres criaturas, seria mas divertido si se les escuchara gritar de dolor o ver su desesperación mezclada con lágrimas.

Sin embargo, mientras yo me encontraba feliz en el interior aunque no lo mostraba, el hecho de que mi compañero se haya tirado al suelo mientras con la cabeza abajo tarareaba otra canción era obviamente, una clase de trama hacia la sangre -Oh...- Genere un sonido puesto que no sabia que tenia esa debilidad ~Aunque... Es una información bastante curiosa y podría ser útil~ Pensé para recordarlo luego, era algo interesante, sin embargo, por otro lado de mi actuación me acerque un poco hacia Zander y lo mire de cierta forma preocupada y mientras el se movía  yo lo seguía sin decir nada con la misma mirada -Bueno... Es cierto que no pensamos en eso, hacer varios viajes seria muy  pesado y cansado aparte de que nos quitaría mucho tiempo. Detesto que mi ropa se ensucie pero...- Acto seguido a esto me quite la chaqueta blanca que llevaba puesta donde bien cabían estos animales e incluso algunos mas, aunque esta se manchaba de sangre su color blanco se iba perdiendo. -Sera mejor si los llevamos así...- Dije dándole la espalda y metía un palo de madera como si fuera una mochila para no mancharme del todo yo -Hey... Se que tienes algo con la sangre, lo pude notar, por lo que... sera mejor que no lo cargues, aparte... Son un poco pesados y... da mucha flojera, así que déjamelos a mi- Dije en un tono avergonzado mientras de vez en cuando tartamudeaba de la misma vergüenza, hacia como si no pudiera expresarme bien. Lo mire de reojo con cierto rubor en mi cara.

-E-esta bien si no quieres hablar de eso, pero... No es bueno guardar el dolor y sufrimiento solo- Dije aun tartamudeando mientras le volvía a dar la espalda para que no miraba mi rubor, despues levante la mano mostrando los cinco -Toda-via no hemos hecho el paso tres- Dije fingiendo estar aun mas avergonzado. Poco despues comencé a caminar -Vamos... Tenemos que movernos-

Ropa:

Cooldown y Magia:

Hibiki tuvo una buena idea para cargar con los animales. Una pena que haya que llevarlos de esa forma en la que se ve la sangre gotear tan claramente… Y, aunque sé que no fue a propósito, el hecho de ver la ropa mancharse con la sangre y ver cómo el color iba cambiando por completo me hizo sentir ganas de vomitar. No sé cómo pude aguantarlo, pero lo cierto es que lo logré. No debo pensar en eso mucho más. Es normal que se manche cuando los animales están muertos, ¿no? Es… perfectamente normal. Necesito calmarme y no pensar demasiado eso…

Pero, claro, el pobre de Hibiki que, con toda la buena intención del mundo, me intentó animar, me sobresaltó cuando me habló porque todavía no estaba tranquilo. Temblé un poco, pero pude asentir antes de calmarme.

- Gracias… -fue lo único que pude decir, aunque me sentía culpable.

Sin embargo, poco después, no pude evitar mostrar una sonrisa con lo que mencionó. Parecía de verdad preocupado. ¿Aquella canción tendría algo que ver con su soledad? Desde luego, eso es lo que parecen mostrar sus reacciones. Aunque… no me esperaba que de verdad siguiese el paso tres considerando el primer contacto que tuvimos. Con una sonrisa le choqué los cinco y avancé un poco.

- No hay que estar avergonzado, Hibiki –dije-. ¡Es normal celebrar cuando algo sale bien! –volví a mi yo optimista-. Imagínate que logras cumplir un objetivo y no quieres celebrarlo porque te da vergüenza… ¿No crees que sería una pena? –reí un poco-. En cuanto a mi problema con la sangre… Es una historia bastante larga, pero se puede resumir en que me trae malos recuerdos –muy malos. Tantos que me gustaría no recordarlos. Me llevé la mano a donde tenía la marca del gremio, cubierta por la ropa-. Ya estoy bien, pero ver sangre sigue afectándome –confesé-. Tendrías que haberme visto hace dos años. Ahí era un zombi por completo –reí y luego imité a uno de estos seres de libros que leí-. Pero ya estoy muchísimo mejor. Solo necesito calmarme un poco y mentalizarme para poder hacerle frente –durante 10 segundos. Pero esto no es un dato que deba decir. Es demasiado patético como para que lo admita.

Pero, por supuesto, no iba a ser yo el único que contase cosas sobre sí mismo. ¡Él tenía que tener algo! Por ejemplo, ¡esa timidez!

- Oye, Hibiki, ¿siempre has sido así de tímido? –no me corté. ¿Para qué?-. Llevo pensándolo desde que nos conocimos. No eres la persona con la capacidad más sociable del mundo, precisamente… -sonreí un poco mientras caminaba a su lado y así evitaba también ver la sangre-. ¿Acaso hay algún motivo oculto? ¿Algo interesante como lo de mi fobia? No pienso ser el único que queda mal aquí, ¿eh? –reí a modo de broma.

Disponibilidad de habilidades usadas:

~¡¿En serio?! ¡¿Por tener a un poco de sangre de unos animalitos me va hacerlos cargar a mi todos?! Una de las cosas que mas odio, ensuciarme la ropa con este tipo de cosas~ Llegue a pensar sin cambiar la expresión engañosa que guardaba en mi rostro teniendo y manteniendo la mascara perfecta. Aunque claro, por destrozarlo desde dentro que no podría hacer, esta dispuesto a esto y mucho mas, incluso si necesito partirme el cuello para destruir este mundo en pedazos era capaz de hacerlo y aun así seguir vivo para ver como todo ardía bajo el caos y desesperación.

~Bueno, bueno, sera mejor que me tranquilice, deje de pensar en esas cosas y seguir con la tan buena obra teatral que estamos formando con la inocencia de este niño. Eso si, la curiosidad me pica, ¿Que tanto podrá aguantar?~

-De nada- Comente aun con el rubor que mantenía de la vergüenza, era algo que debía pagar por comportarme mal al principio con Zander.

Habíamos comenzado a caminar de nuevo, mas esta vez debía de tener cuidado en no perderme en la caminata para no cometer el mismo error de entonar mi canción. De otra forma me mantuve pensando sobre el paso de chocar las manos como signo de victoria, nunca había hecho semejante cosa en mi vida por lo que solo me provocaba mas incomodidad y una sensación extraña en el pecho como signo de vergüenza que me daba el comportarme de esa manera... O eso demostraba, como si yo pudiera pasar por vergüenza ¡Ja! Hazme el favor, ciertamente mi teatro y actuación era de los mejores actos nunca antes visto, me pregunto quien podría disfrazarse tan bien incluso para engañar a alguien, podía ser que el niño fuera alguien fácil, pero nadie podría llegar tan fácilmente a mi habilidad y menos si esa mascara podría incluso convencerte a ti mismo, para evitar eso tengo el control de mi mismo.

-¿Tu crees?, A veces no hay razones para celebrar las cosas- Dije aun avergonzado -Podria ser una pena, p-pero por eso depende de que tan grande sea el logro- Seguí evitando el contacto visual mientras veía el cielo mientras Zander se reía ~Malos recuerdos, que interesante, déjame porfavor ser parte de ese terror para llenarte de sufrimiento y yo alimentarme de el... Ah, a veces me puede consumir el deseo~ Volví a prestarle atención al niño -Ya veo...- Comente con una mirada mas seria, ¿Que tanto habría sufrido?. Mas mi composición se rompió al ver que imitadaba un zombie como los de los relatos, lo cual hizo que soltara una gran risa -¡Jajajaja! Zander, ¡No tenias por que hacer eso! ¡Ja!- Dije como si me secara las lágrimas de la risa -Fue algo muy inesperado- Comente con una "sincera" sonrisa -Eso es bueno, significa que lo estas superando-

Aunque las probabilidades de que el niño me preguntara sobre mi pasado igualmente eran altas, no esperaba que realmente lo hiciera. Pero bueno... ¿Que importa? ¿Deberia esconderlo? Era algo que en verdad no me importaba, pero que tampoco contaba, no ganaba o perdía algo con ello. ¿Le daria empatia, tristeza, su perdon? No necesito la simpatía o la amabilidad de nadie

-¡¿Timido?! ¡No soy timido!- Dije como si fuera un poco tsundere mientras se me levantaba el rubor de nuevo -¡Eso no es un problema! Se puede esta bien asi, ¿sabes?- Comente avergonzado -¡¿Por que quieres saber esas cosas?!- Espere a que hubiera un poco de silencio mientras le daba un poco la espalda -Lo hay, algo- Volví a guardar silencio -¡¿Supongo que yo también debo de contar algo verdad?!, esta bien, pero no es una historia que me haga ser tímido. Digamos que por algo de hace ya tiempo me hizo perder la confianza en las personas y en la humanidad misma... Pero como dije fue hace tiempo, ahora ya lo he superado e intento avanzar- Dije ligeramente ruborizado mientras desviaba la mirada.