[Misión] Hah! Ghosts ain't real... right?

—¿Qué puedo decir? Los cementerios no son los lugares más amigables del mundo...

Se reprendió la muchacha mientras esperaba a alguien en la puerta del mismo. No le gustaba el lugar, era realmente tétrico y la noche no ayudaba, aunque podía sentirse libre gracias al canto de los cuervos y los buhos que podían escucharse a lo lejos, enrareciendo el paisaje más de lo que ya estaba.

No tenía idea del por qué había aceptado un trabajo como éste, teniendo en cuenta que tenía algo de dinero gracias al trabajo que había realizado anteriormente con el chico de aroma agradable, pero no pudo resistirse a la tentación de escuchar a un grupo de personas dentro de un lugar que hablaban, precisamente, de estos acontecimientos. Al parecer, un cuerpo de una persona X estaba siendo amenazado con una profanación esta noche, cosa que no solamente llamó su atención, sino que también alertó a la muchacha en sobremanera, después de todo ella era fiel seguidora de la idea de un descanso pacífico y eterno para los muertos. Además, no tenía nada que hacer esa noche, no le rendía cuentas a nadie y estaba trabajando para poder subsistir sin robar, sabía que de alguna manera tenía que laborar en grupo con alguna persona así que no podía darse el lujo de pensar en trabajos aparte.
Suspiró de mala gana llevándose ambas manos al frente para estirarse, y empezó a tronar sus huesos por el entumecimiento de estar parada por unos largos y tediosos minutos en medio de la noche ¿por qué será que no llega esta gente? no lo sabía, pero estaba segura de que serían más atentos y no tardarían tanto, no creía que haya agradables ancianas a las cuales ayudar en el camino hasta aquí... si ella viera a una anciana por estos alrededores, tenía por seguro que lo primero que hará será correr como alma que lleva el diablo y perderse, porque sí, no le gusta el ambiente de los fantasmas y demás, le aturde la idea y le desconcentra.

Afortunadamente podía escuchar pasos de personas que llegaban hacia allí, sin embargo, no sabía si eran aliados o los mismos profanadores a los que ella iba a enfrentar le guste o no. Gruñó ante el pensamiento de enemigos y se colocó a la defensiva, luchar completamente sola contra más de un enemigo generaba preocupación.

—¿Hay alguien aquí?

Dijo en un gruñido y miraba hacia el foco del casi imperceptible ruido que se hacía cada vez más creciente hacia su dirección, no sabía qué pensar ni qué decir, pero estaba alerta para cualquier clase de evento, no podía darse el lujo de distraerse como lo haría de normal.

Hacía poco tiempo desde que Kanon se había unido finalmente a Blue Pegasus, y a pesar de que planeaba ser maga como trabajo complementario pronto se empezó a llevar bien con toda la gente del gremio, y había decidido que mañana haría su primera misión, puesto que dormir en los dormitorios del gremio no era del todo su agrado, lo que quería era una casa propia en la cual pasar las noches en privacidad y guardar sus atuendos en un lugar donde los demás integrantes del gremio no fisgonearan, sin embargo para ello necesitaba dinero, y no una pequeña cantidad, si no mucho dinero, por lo que a la mañana siguiente estaba a primera hora esperando a que llegara una nueva misión.

-Un cementerio… jamás he ido a uno de esos- Decía Junon pensativa observando la misión que había sido colocada en el tablero de Blue Pegasus hace no mucho tiempo, en la que estaba descrita sin dar muchos detalles, solo que había que proteger cierto ataúd que alguien supuestamente iba a robar esa misma noche. –Qué clase de idiota envía una carta diciendo que va a cometer un crimen?- La joven espíritu no paraba de pensar en lo estúpido que sonaba la idea de un ladrón lo suficientemente confiado o descerebrado para hacer algo así, y que incluso podría ser una trampa para atraer a magos ingenuos para hacer quien sabe que cosa con ellos, pero mientras pensaba y pensaba no se había dado cuenta de que ya se había subido en un tren que partía hacia el lugar de la misión. -…No puedo creer que haya hecho esto, solo un… vamos! Vamos!  Vamos! VAMOS!!!!- Pinon emocionada tomo el control dadas las ansias de tener una aventura, y así, poco después del anochecer ya estaba en el lugar aclarado en la nota corriendo como alma que se lleva el diablo.

-Un cementerio! Teeetrico pí pi-

Pinon caminaba entre las sobras blandiendo como única arma una sonrisa que ni el más temible de los espectros podría quitarle en ese instante. Como los espíritus estelares carecían de la mortalidad de los humanos, la muerte para Pinon se veía como algo realmente lejano mientras no hubiera nada potencialmente mortífero que pudiera causarle algún tipo de sufrimiento, por lo que la espíritu daba saltitos por el cementerio con una serenidad que a cualquiera le hubiera parecido incluso algo tétrica. Fue entonces cuando divisó una figura en la oscuridad, parada en la entrada del cementerio principal, aquel donde el ataúd supuestamente estaría esperando a aquellos que aceptaran la misión. –amigo o enemigo?- se pregunto en voz baja sin dejar de sonreir, realmente no importaba, pues Pinon habría hecho lo mismo.

-Te tengo!!!- Pinon saltó desde las sombras hacia la temblorosa figura y antes de que pudiera hacer nada estaba en el suelo siendo brutalmente abrazada por la espíritu. Al ver lo que había hecho, Kanon tomó el control, envolviendoce en un halo de luz al cambiar de forma. -AH! lo siento mucho! te lastime?- Preguntó rápidamente ayudandola a levantarse. -Tambien vienes por la misión?-

—¡Ouh~!

Gruñó casi por lo bajo la joven al sentir que alguien se había arrojado encima, golpeándose la espalda contra el suelo por el impacto. Con el corazón en la mano y una mirada llena de miedo la dama recorrió con la mirada el rostro de la jovencita que se había arrojado encima suyo. Casi podía sentir que el alma regresaba a su cuerpo que, por un momento, se había ido ¡Los cementerios causan esa clase de efectos terribles en ella! pero no ayudaba el hecho de que una desconocida te tacleé como si fueras jugador de rugby por la espalda, eso era algo seguro. Suspiró con algo de calma esta vez para luego aceptar la mano de la muchacha que estaba ofreciéndose para ayudarla ponerse de pie. Obviamente, el rostro de la castaña se mantuvo casi impasible, el miedo que había sentido no se iba del cuerpo y tampoco pretendía ceder.

—G-gracias...

De a poco recuperaba el color en sus mejillas y se concentraba. Asintió levemente ante la mención de la encomienda que la había llevado hasta allí, pero la verdad radicaba en que ahora mismo ella quería salir corriendo. No conocía a esa chica, pero al mencionar el trabajo pudo darse cuenta de que era una de las personas con las que ella tenía que colaborar, no le parecía malo... solo que... asustarla de esa manera había sido peligroso.

Por un momento temió de un infarto o de muerte por susto, pero al parecer era más fuerte de lo que pensaba.

—Vine por la misión de custodia, no puedo creer que quieran profanar los restos de una persona ¡Y que hayan dicho algo así tan fácilmente!

Dijo casi en un hilo de voz mientras recuperaba la poca confianza que le quedaba, la misma que se volvió a ir al caño luego de escuchar un ruido fuerte que se asemejaba a un gruñido proveniente de las mismas sombras. Llevó la mirada automáticamente hacia el causante de aquel estruendo que casi se lleva su alma, encontrándose con una ¿chica? que estaba cubierta de pies a cabeza, usando una especie de capa que no dejaba ver más que su rostro totalmente sonrojado.

—Eh... ¿Hola?

Habló con una sonrisa nerviosa mientras seguía aferrada a la mano de la chica que la había arrojado al suelo, sosteniéndola fuerte -pero sin lastimar- demostrando el miedo que le daba todo este ambiente.

La preocupación de Kanon disminuyo un poco al ver que la chica a la cual se había lanzado a abrazar se encontraba… bien?, al menos estaba viva, pero tenía la piel completamente palida y daba la sensación de que en cualquier momento pudiera desmallarse, quizás el susto proferido por Pinon había sido mucho para la pobre chica, prácticamente podía ver su espíritu a punto de escapar del cuerpo. Kanon no dejó de sujetarla incluso después de haberse levantado por si llegaba a desmallarse, así que ahí estaban ellas dos paradas debajo de la farola que iluminaba débilmente la entrada al cementerio hablando.’’Vine por la misión de custodia, no puedo creer que quieran profanar los restos de una persona ¡Y que hayan dicho algo así tan fácilmente!’’, eso fue lo que la chica respondio a su pregunta.

-Yo tampoco puedo creerlo… debe haber algo muy valioso dentro de esa tumba para que alguien quiera robarla con tanto ahínco… o quizás el ladrón es muy confiado?– Se detuvo un momento al recordar los pensamientos de Junon. –O también puede ser que todo esto sea una trampa… ninguna respuesta parece ser muy agradable no te parece?- . Definitivamente ninguna idea era muy tranquilizante, a Kanon le gustaría pensar que todo era solo una jugarreta de un niño que envio una nota al azar, sin embargo dado que se publicó una misión sobre esto debe haber algo oscuro detrás de todo esto, lo cual no era muy reconfortante de pensar.

-Por cierto, mi nombre es Kanon, cual es el tuyo?- Dijo un tanto incomoda por la oscuridad que rodeaba a ambas, le parecía que en cualquier momento algo iba a saltar y asustarlas (tal como ella lo había hecho recientemente)

Grrrrrrruuuuuuuuggggghhhh

–EH?!- Kanon escuchó un ruido proveniente de detrás suya, un sonido gutural y espantoso, como el gruñido de una bestia salvaje. Lentamente dio vuelta su cabeza para ver lo que tenía detrás, aunque realmente ella no quería hacerlo, prefería seguir mirando hacia delante y pensar que nada había sucedido, sin embargo por reacción natural se vio moviendo su cabeza hacia atrás poquito a poquito por el temor de que fuera algo desagradable… lamentablemente así fue.

-KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!- Gritó Kanon al ver una figura palida, cubierta por una túnica ritual y pareciendo que estaba a punto de robarle el alma (o así pensaba ella). Lo siguiente que pasó fue que se desmalló en el piso temblando a causa del susto. El grito fue tan fuerte que los cuervos que estaban cerca salieron volando, seguramente se había escuchado por todo el cementerio.